"Que sepa y hasta que algún porteño más viejo me
corrija, para aquellos tiempos fue la más nueva del
lugar. Arboles traídos por el río tuvieron la suerte de
un crecer silvestre de modo natural. Estaban altos,
hechos y torcidos, cuando se decidió cercarla
dotándola de columpios y subibajas, para goce de
sus visitantes infantiles
corrija, para aquellos tiempos fue la más nueva del
lugar. Arboles traídos por el río tuvieron la suerte de
un crecer silvestre de modo natural. Estaban altos,
hechos y torcidos, cuando se decidió cercarla
dotándola de columpios y subibajas, para goce de
sus visitantes infantiles
Al frente la playa, y no lejos la Casa de Corrección
interponiéndose en el camino hacia el Mercado.
También al Norte la fábrica de Kola "D", de los
hermanos D'Arago; y un botiquín de malos trag
os, que poco a poco dio paso aun restaurante de
rango, que ha dado fama al lugar. Desde la Plaza la
vista hacía la extensa bahía era espléndida,
asomando lejos la punta prominente
delCastillo Libertador y más atrás, el Faro de Punta
Brava.
interponiéndose en el camino hacia el Mercado.
También al Norte la fábrica de Kola "D", de los
hermanos D'Arago; y un botiquín de malos trag
os, que poco a poco dio paso aun restaurante de
rango, que ha dado fama al lugar. Desde la Plaza la
vista hacía la extensa bahía era espléndida,
asomando lejos la punta prominente
delCastillo Libertador y más atrás, el Faro de Punta
Brava.
La Plaza Bruzual era la Plaza de playa, con su sus
botes y sus olas, sus pescadores y sus redes; toda
una estampa del pasado que es difícil olvidar.
botes y sus olas, sus pescadores y sus redes; toda
una estampa del pasado que es difícil olvidar.
- ¡Qué bellos crepúsculos nos mostraba cuando el
- sol poniente rielaba sus rayos rutilantes en la
- superficie del mar."
Tomado del Libro Hadas Brujas y Duendes de Puerto
Cabello, propiedad intelectual de Adolfo Aristeguieta
Gramcko
Cabello, propiedad intelectual de Adolfo Aristeguieta
Gramcko
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