martes, 29 de marzo de 2016

La Quema de Judas


"Particularmente, en la Urbanización Tejerías, en algunas de sus calles, los muchachos y no tan muchachos de la época, quemaban un judas.... igual hacían un muñeco de trapo y le colocaban el nombre del traidor de la comunidad...el testamento era un conjunto de sátiras, de chismes además que corrian en la comunidad, allí se enteraba uno quién le era infiel a su pareja en el matrimonio, quién estaba encinta o embarazada y aun no lo decía, quién debía dinero, etc... era todo un testamento de sarcasmos y chismes, que entre risas y malas caras, terminaba con la quema del muñeco de trapo..."


En casi todo el territorio venezolano hay una tradición en la que distintas comunidades tienen una amplia participación el Domingo de Resurrección, pero son famosas las que se realizan en Caracas, en diversos estados orientales y en Lara, Carabobo Cojedes y Aragua. Se trata de La quema de Judas, esta tradición tiene un significado simbólico de justicia popular, pues a través de esta el pueblo expresa sus quejas y descontentos con relación a los acontecimientos políticos y comportamiento de figuras públicas y funcionarios del estado, de igual forma trata de dar finiquito simbólico a la cuaresma para garantizar su resurrección el próximo año. El motivo original es recordar la traición de Judas a Cristo, y simbólicamente alude a la traición del personaje escogido para ser el Judas, a su pueblo, comunidad ó hasta el país.
El “Judas” en cuestión es un muñeco elaborado con telas, ropas viejas y trapos, relleno con fuegos artificiales que aportan los participantes de la quema de cada comunidad, estos fuegos artificiales son explotados una vez el Judas es ahorcado y se quema.
Generalmente se hace el muñeco de cuerpo entero y se viste con zapatos y trajes usados, se le colocan lentes, guantes y distintos accesorios, que aportan y colocan los integrantes de la comunidad que lo crean.
La ceremonia comienza cuando es escogido la persona de la comunidad, estado ó país que sea considerada por sus acciones una amenaza para la sociedad y que sea merecedora de burlas o escarnios.
Una vez identificado el personaje que amenaza con sus actos a la colectividad, se procede a escribirse un testamento, que de forma sarcástica identifican al Judas, expresando un resumen de su vida y de sus actos, de sus faltas y que por termino expresa los últimos deseos del personaje.
El muñeco es elaborado a semejanza del Judas escogido para ser castigado, se le coloca una soga al cuello y previo a su quema es arrastrado y ahorcado de forma dramática. Más dramática aún se vuelve su quema y explosión.
Antes de ser quemado debe recorrer las calles del pueblo ó comunidad para que todos sus habitantes o pobladores tengan conocimiento de sus faltas y de su castigo, una vez cumplido este recorrido y leído su testamento, el Judas se sube a un árbol o poste de luz y allí es ahorcado y posteriormente quemado.
Este rito es motivo de fiestas y celebraciones, se acompaña de música y de diferentes formas de celebración en las calles, actos culturales y es acompañado con guarapitas y diferentes bebidas alcohólicas.
Esta tradición se dice que es tan vieja que se cuenta que el primer Judas quemado en Venezuela se realizo en Cumaná en el año 1499 y fue representando como Américo Vespusio, cuando este se presento con espejitos y baratijas para ser cambiadas por perlas y hacer que los indios le construyeran un bergantín, la embarcación fue construida y en ese mismo bergantín se marcho Don Américo y jamás regresó, los indios en vista de que el conquistador no regresaba decidieron hacer una especia de espantapájaros y colocarlo en el sitio donde se fabrico la barraca de Don Américo, allí le prendieron fuego y bailaron al son de los tambores y chirimías. Posteriormente durante la Capitanía general de Venezuela cuando algún personaje cometía algún error esperaban su caída y lo judaizaban. Se cree que el primer Judas de Caracas se quemó en el año 1801 y luego se hizo común en nuestro pueblo quemar a Judas el Domingo de Resurrección.

lunes, 28 de marzo de 2016

MIRANDA, DESDE LAS BÓVEDAS DEL CASTILLO SAN FELIPE/PUERTO CABELLO


Memorial a la Real Audiencia de Caracas (1813)
Desde las bóvedas del castillo de Puerto Cabello, Francisco de Miranda escribe por primera vez al más alto tribunal de la restablecida Capitanía General de Venezuela para justificar sus actos como generalísimo y autoridad suprema de Venezuela, y como signatario de la Capitulación acordada con Domingo de Monteverde en julio de 1812. Exige que esta última sea cumplida "por la reconciliación de la América".


"D. Francisco Miranda, natural de la ciudad de Caracas, con el debido respeto, a V. A. representa:

Que después que por el largo espacio de cerca de ocho meses he guardado el silencio más profundo, sepultado en una oscura y estrecha prisión y oprimido con grillos: después que he visto correr la propia suerte a un número considerable de personas de todas clases y condiciones: después que ante mis propios ojos se han representado las escenas más trágicas y funestas: después que con un inalterable sufrimiento he sofocado los sentimientos de mi espíritu, y, finalmente, después que ya estoy convencido de que por un efecto lamentable de la más notoria infracción los pueblos de Venezuela gimen bajo el duro yugo de las más pesadas cadenas; parece es tiempo ya de que por el honor de la nación española, por la salud de estas provincias y por el crédito y responsabilidad que en ellas tengo empeñadas, tome la pluma en el único y preciso momento que se me ha permitido para reclamar ante la superior judicatura del país estos sagrados e incontestables derechos. Llenaría muchas páginas si fuese a ejecutarlo con la especificación de cuantos sucesos han ocurrido en esta ominosa época; así, sólo me contentaré con exponerlos breve y sucintamente, revestidos con los colores de la verdad y con la precisión que el asunto exige.

Acababan la capital de Caracas y algunas ciudades y pueblos del interior de experimentar la terrible catástrofe del terremoto del 26 de marzo del año próximo pasado, que sepultó entre ruinas y escombros más de diez mil habitantes, cuando, agitada la provincia y aterrados sus vecinos de un temor pánico con las frecuentes convulsiones de la naturaleza, buscaban en los montes y los campos un asilo que, aunque les preservaba su existencia de igual ruina, la exponía a los ardientes calores del sol, a la intemperie y a todos los desastres que son consecuentes, presentando a la humanidad el cuadro más lúgubre y sensible, de que no hay memoria en los fastos del continente colombiano. En estos mismos críticos momentos se internó en el país la expedición procedente de Coro, y aprovechándose de imprevistas circunstancias logró penetrar hasta esa ciudad de Valencia.
Son demasiado notorios los acontecimientos de esta campaña, que omito analizar; pero sí diré que conociendo Caracas el peligro inminente que corría entonces su seguridad, por un movimiento y acuerdo general y espontáneo de todas sus autoridades, y nombrado generalísimo de sus tropas y revestido de todas las facultades supremas que ellas ejercían y depositaron en mis manos, las desempeñé, me parece, con el honor y celo que estaban a mis alcances, poniendo en acción todos los resortes de mi actividad para la consecución de un feliz éxito; pero, sin embargo, de los ventajosos repetidos sucesos que obtuvieron nuestras armas en el puerto de Guayca y pueblo de la Victoria, como por otra parte estaba persuadido del calamitoso estado a que se hallaban reducidas la capital y puerto de La Guaira por la falta de víveres y por la incursión que rápidamente y al mismo tiempo hacían los esclavos de los valles y costas de Barlovento, estimulados con la oferta de su libertad que les hicieron nuestros enemigos, habiendo ya comenzado a acometer en Guatire y otros parajes los más horrendos asesinatos, me hicieron conocer la necesidad absoluta en que me hallaba de adoptar una medida que, cubriendo mi honor y responsabilidad, atajando tantos males trascendentales aun a los mismos que los fomentaban, restituyese a estos pueblos el sosiego y la tranquilidad, repararse en algún modo los desastres del terremoto y, en fin, reconciliase a los americanos y europeos, para que en lo sucesivo formasen una sociedad, una sola familia y un solo interés, dando Caracas al resto del continente un ejemplo de sus miras políticas y de que prefería una honrosa reconciliación a los azarosos movimientos de una guerra civil y desoladora.

Tan saludable idea fue aprobada y aplaudida por todos los principales vecinos de aquella ciudad, consultada con los europeos más juiciosos y sensatos y afianzada en razones de tal conveniencia, que a primera vista eran demostrables. Bajo tales auspicios promoví las primeras negociaciones con el jefe de la expedición de S. M. C.; envié a este objeto emisarios con las instrucciones competentes, y después de un corto armisticio, de algunas contestaciones y de sesgar cuantos obstáculos pudieron oponerse, se celebró por fin con los rehenes correspondientes y con cuantos ritos y formalidades prescribe el derecho general de la guerra, el tratado de capitulación que se manifestó por mí en Caracas, y después se imprimió y circuló en toda la provincia. Poco antes escribí a Cumaná y a Margarita, les participé mi resolución y los preparé a ratificar aquel contrato, que, en efecto, por mi recomendación y consejo sancionaron después ante los comisionados Jove y Ramírez.

En exacto cumplimiento de él se entregaron los pueblos al jefe español, deponen sus armas con prontitud y lealtad y se someten gustosos a un nuevo orden de cosas, que creyeron les produciría el sosiego y la tranquilidad; los más tímidos cobran vigor, y al leer la proclama del comandante general D. Domingo de Monteverde, de 3 de agosto, y la pastoral del M. R. Arzobispo, del 5, se apresuran todos a la regeneración del país y a una sólida pacificación, y nada falta para que la capitulación quede plena y satisfactoriamente cumplida por nuestra parte. ¡Con cuánto placer me lisonjeaba yo de haber llenado mis deberes con decoro e integridad, de haberme identificado con las benéficas intenciones de las Cortes generales de la nación española, de ver al jefe de la expedición fundar su allanamiento en la augusta mente de aquel gobierno legítimo y de observar a lo lejos un horizonte luminoso, cuyas luces vendrían al cabo a restablecer la paz y a unir recíprocamente los interés de ambos hemisferios!

Yo protesto a V. A. que jamás creí haber cumplido mis encargos con mayor satisfacción que cuando, en las desastrosas circunstancias que llevo referidas, ratifiqué con mi firma un tratado tan benéfico y análogo al bien general, estipulado con tanta solemnidad y sancionado con todos los requisitos que conoce el derecho de las gentes: tratado que iba a formar una época interesante en la historia venezolana: tratado que la Gran Bretaña vería igualmente con placer por las conveniencias que reportaba su aliada: tratado, en fin, que abriría a los españoles de ultramar un asilo seguro y permanente, aun cuando la lucha en que se hallan empeñados con la Francia terminase de cualquier modo. Tales fueron mis ideas, tales mis sentimientos y tales los firmes apoyos de esta pacificación que propuse, negocié y llevé a debido efecto.

Pero ¡cuál mi sorpresa y admiración al haber visto que a los dos días de restablecido en Caracas el gobierno español, y en los mismos momentos en que se proclamaba la inviolabilidad de la capitulación, se procedía a su infración, atropellándose y conduciéndose a las cárceles a varias personas arrestadas por arbitrariedad o por siniestros o torcidos fines! Estos primeros excesos, cometidos contra la seguridad común y contra el pacto celebrado, agitaron las pasiones de los que sólo buscaban un apoyo para desahogarlas; se multiplican las denunciaciones, se califican por delitos de Estado opiniones políticas sostenidas antes y olvidadas por virtud de aquel contrato; y, en fin, enlazándose crímenes, se abren las listas de una proscripción casi general, que redujo a luto, llanto y desolación a los infelices habitantes que, habiéndose librado de los estragos del terremoto, se entregaron con generosidad y confianza a las seguridades y garantías tantas veces ratificadas.

Para estos procedimientos se pretextan nuevas conspiraciones, proyectos de revolución, juntas subversivas, y se movieron cuantos resortes estaban al alcance de la malicia; los arrestos se repetían y cada día era marcado con la prisión de diferentes personas. Todas estas víctimas fueron conducidas al puerto de La Guaira: unos, montados en bestias de carga con albarda, atados de pies y manos; otros, arrastrados a pie, y todos amenazados, ultrajados y expuestos a las vejaciones de los que los escoltaban, privados hasta de ejercer en el tránsito las funciones de la naturaleza, presentaban a la faz de los espectadores el objeto más digno de compasión y de interés.

Yo vi entonces con espanto repetirse en Venezuela las mismas escenas de que mis ojos fueron testigos en la Francia: vi llegar a La Guaira recuas de hombres de los más ilustres y distinguidos estados, clases y condiciones, tratados como unos facinerosos; los vi sepultar junto conmigo en aquellas horribles mazmorras; vi la venerable ancianidad, vi la tierna pubertad, al rico, al pobre, al menestral, en fin, al propio sacerdocio, reducidos a grillos y a cadenas y condenados a respirar un aire mefítico que, extinguiendo la luz artificial, inficionaba la sangre y preparaba a una muerte inevitable: yo vi, por último, sacrificados a esta crueldad ciudadanos distinguidos por su probidad y talento, y perecer casi repentinamente en aquellas mazmorras no sólo privados de los auxilios que la humanidad dicta para el alivio corporal, sino expirar en los brazos de sus socios, destituídos aun de los socorros espirituales que prescribe nuestra santa religión, hombres que estoy seguro hubieran perecido mil veces con las armas en la mano cuando capitularon generosamente antes que someterse a semejantes ultrajes y tratamientos.

En medio de este tropel de sucesos harto públicos, se promulga en Caracas la sabia y liberal Constitución que las Cortes generales sancionaron el 19 de marzo del año último: monumento tanto más glorioso y honorífico para los dignos representantes que lo dictaron, como que él iba a ser el iris de la paz, el áncora de la libertad y el primero pero el más importante paso que jamás había dado la metrópoli en beneficio del continente americano. Creían los venezolanos que al abrigo y protección de este precioso escudo todo terminaría, que las prisiones se relajarían, que se restablecería el sosiego y la mutua confianza y que un nuevo orden de cosas, un sistema tan franco y liberal, aseguraría perpetuamente sus vidas y sus propiedades.

Mas, ¡quién lo creería! En los actos mismos en que se juraba en los altares ante el Ser Eterno su inviolable observancia, se ejecutan nuevas prisiones del mismo modo que las anteriores, se continúan incesantemente por muchos días, y se llenan de presos las bóvedas de La Guaira y las cárceles de Caracas hasta el extraordinario número de mil quinientas personas, según estoy informado. Tales reveses no se limitaron sólo a esta provincia; Cumaná, Barcelona y Margarita, bajo los auspicios de la capitulación y a la sombra de magistrados rectos e imparciales, gozaban de una paz profunda, de una calma imperturbable, y de todos los bienes y felicidades que les atrajo el exacto cumplimiento de la capitulación y de aquel solemne pacto. De repente, se les presenta un comisionado de la capital, y a despecho de los jefes de aquellos partidos y con vilipendio de la buena fe, son arrestadas, embarcadas con prisiones, y sepultadas en las bóvedas de La Guaira y Puerto Cabello infinitas personas de todas clases y jerarquías, sin perdonar las respetables canas de la edad octogenaria, ni el venerable carácter del sacerdocio.

Vea, pues, aquí V. A. bosquejado el triste cuadro que presenta toda Venezuela en el día, y prescindiendo de cuantos acontecimientos han sido consecuentes, y que por mi situación no han llegado a mi noticia, me ceñiré sólo a inquirir si el estado de desolación y de conflicto general, en que se hallan estos habitantes es, o puede ser conforme en lo más mínimo a las benéficas intenciones de la Península. ¿El interés de ella es por ventura sembrar entre la América y la metrópoli las ruinas de un odio eterno y de una perpetua irreconciliación? ¿Es acaso la destrucción de los naturales del país, de sus hogares, familias y propiedades? ¿Es, a lo menos, obligarlos a vivir encorvados bajo un yugo mucho más pesado que el que arrastraban en tiempo del favorito Godoy? ¿Es, por último, que esta augusta, esta santa Constitución sea sólo un lazo tendido para enredar en él a la buena fe y a la lealtad?

Lejos de nosotros unas hipótesis tan degradantes e indecorosas al carácter, crédito e intenciones de la España. La representación nacional, muy distante de aplicar estas máximas, ha manifestado sus ideas diametralmente opuestas a cuanto se está efectuando en Venezuela. Ella ha invitado con la paz a la América; y Caracas, después de haberla estipulado, es tratada por bárbaros en que no se respetaba el derecho de las gentes como una plaza tomada por asalto en aquellos tiempos. Ella manda sepultar en un perpetuo olvido cuanto hubiese sucedido indebidamente en las provincias disidentes; y a los venezolanos se les atropella, arresta y enjuicia aún por opiniones meramente políticas, que ya estaban admitidas por bases de la nueva Constitución. Ella, en fin, toma un interés decidido por la reconciliación de la América, la llama, la convoca, la incorpora en la gran masa de la nación, la declara igual en derechos, en representación y en un todo a la Península, y le hace el bello presente de unas leyes constitutivas las más sabias y liberales que jamás adoptó la España; y Venezuela es declarada de hecho proscrita y condenada a una degradación civil y absoluta de estas inestimables prerrogativas; y lejos de disfrutar la igualdad que se le ofrece, es casi tenido por delito de Estado el haber nacido en este Continente.

La notoria autenticidad de estos hechos excluye toda prueba que los ratifique. No puede, pues, dudarse un momento que la capitulación ha sido pública y evidentemente violada: que ella debía ser observada con religiosidad por el interés de la España, por el bien del país, y en fuerza de la buena fe, su único garante: que aquel garante, en el concepto y opinión de todos los pueblos, en la inconcusa y no interrumpida práctica de todas las naciones civilizadas, y en la doctrina generalmente recibida de todos los pueblos clásicos, así extranjeros como regnícolas, es y debe ser válido, firme y subsistente. Que la Constitución que proscribe las cárceles insalubres y no ventiladas y toda especie de apremios, ha sido infringida en uno de sus principales fundamentos; que la suerte de tantos honrados ciudadanos que se ven hoy sepultados en bóvedas y oscuras mazmorras, no está de ningún modo asegurada, como debía estarlo en virtud de estos irrefutables documentos, sino que por el contrario se ve expuesta a todos los desastres que dictan las pasiones agitadas y tumultuarias; y por último, que el estado actual de estas provincias es la consecuencia inevitable de unos principios tan viciosos y opresores.

En tan críticas circunstancias, yo reclamo el imperio de la ley, invoco el juicio imparcial del mundo entero, y sobre todo me acojo respetuosamente a la autoridad de V. A., en cuyas manos reside exclusiva y constitucionalmente el superior poder judicial de este distrito, que es el órgano de las leyes y el instrumento de su aplicación: a V. A., repito, dirijo mis clamores por la primera vez en defensa de los habitantes de Venezuela, que no hayan dado motivo posterior a la capitulación para que se les trate como criminales. Así lo exige la rigurosa justicia, mi propio honor, comprometido altamente para con ellos en favor de su seguridad y libertad: lo enseña la sabia política, lo prescribe la sana moral y lo dicta la razón. De otra suerte aparecería yo el ente más despreciable a la vista de todo el universo que, juzgando imparcialmente de estas materias, me creería indigno de toda consideración por haber prestado una tácita deferencia a las repetidas infracciones que se han cometido y se están cometiendo, no sólo del solemne tratado celebrado entre mi y el comandante general de las tropas españolas, sino, lo que es más, de las leyes o decretos de las Cortes generales de la nación, de 15 de octubre y 30 de noviembre de 1810, ya citados, y de la Constitución publicada, jurada, circulada y mandada observar en estas provincias, que por sí sola me autoriza para reclamar su inviolable cumplimiento.

Con este objeto, pues, me presento a mi nombre y el de todos los habitantes de Venezuela por la vía que me permite mi situación oprimida, y en la forma que mejor haya lugar en derecho, haciendo la más vigorosa reclamación sobre las indicadas infracciones, y protestando cuanto de protestar sea, como y contra quien corresponda, todos los daños, perjuicios, atrasos y menoscabos que se han seguido y siguieren a cada uno de los presos en particular, y a todos en general, y elevar mis quejas hasta el trono augusto de la nación, a donde, si fuere necesario, pasaré yo mismo en persona a vindicar los ultrajes y agravios que hemos recibido. Suplico a V. A. se sirva, en mérito de lo expuesto y en uso de sus superiores facultades, mandar que se ponga en libertad inmediatamente a todos los que se hallan en prisión con este motivo, sin haberlo dado posteriormente a la capitulación celebrada por mí y por el comandante general de las tropas españolas, declarando que no ha habido causa para semejante procedimiento, y que en lo sucesivo no puedan ser molestados, ni perturbados en el goce de los derechos que respectivamente les concede la Constitución: y disponiendo se me comuniquen las resultas de esta reclamación para mi conocimiento y a los demás fines necesarios; y si por las circunstancias en que quizá podrán estar las cosas pareciese indispensable que afiancemos nuestra seguridad y conducta mientras varían, yo desde luego ofrezco dar a V. A. las cauciones que se pidan por mí, y por todos aquellos infelices que por sí no tengan quien los garantice. De esta suerte, creo, se cumple con la ley, se precaven los riesgos, se reparan en parte los males y perjuicios recibidos, se protege la inocencia, se castiga la culpa, y sobre todo, dará V. A. a los pueblos de Venezuela y al mundo entero un público testimonio de su imparcialidad y del carácter con que se halla revestida.
Bóvedas del Castillo de Puerto Cabello,
a 8 de marzo de 1813.
M. P. S.

FRANCISCO DE MIRANDA"

sábado, 26 de marzo de 2016

una historia, JESUS HUMILDAD Y PACIENCIA, MARTES SANTO...



COMO UN HOMENAJE A LA SAGRADA IMAGEN DE JESÚS DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA Y DE TRIBUTO A LA MEMORIA DE NUESTROS ANTEPASADOS, ESPECIALMENTE AL DOCTOR PAULINO I. VALBUENA, ÚLTIMO DE LOS MAYORES QUE EN TAN EN ALTO MANTUVO SIEMPRE EL LEGADO DE SUS ABUELOS, VENERACIÓN A JESÚS Y ESPLENDOR EN LA CELEBRACIÓN DE SU FIESTA ANUAL DEL MARTES SANTO: HACEMOS EN ESTA FIESTA MEMORABLE, 173 ANIVERSARIO DE AQUELLA EN QUE FUE ENCONTRADO POR EL CAPITÁN DON FELIPE GARCEZ EN LOS MANGLARES DE ESTA CIUDAD, UNA NUEVA EDICIÓN DEL FOLLETO QUE EN 1916 CON OCASIÓN DE CUMPLIRSE 100 AÑOS DE LOS SUCESOS EN ÉL NARRADOS, OBSEQUIARA EL DOCTOR VALBUENA COMO UN RECUERDO EN LA FESTIVIDAD DEL MARTES SANTO DE AQUEL AÑO DE NIETA CARMEN PAULINA DELGADO V. A LA MEMORIA DE SU ABUELO.
                                                        
                                          PUERTO CABELLO, 21 MARZO DE 1989



IMAGEN DE JESÚS DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA

ESTA PRECIOSA IMAGEN, QUIZÁ LA MAS IMPONENTE DE CUANTAS RECIBEN CULTO EN ESTA PARROQUIA DE SAN JOSÉ, FUE CONSTRUIDA EN VERACRUZ, MÉJICO EN EL AÑO 1733.
NO CONSTA CUÁNDO NI POR QUIÉN FUE TRAIDA A PUERTO CABELLO, SOLO SE SABE POR REFENCIAS BIEN AUTORIZADAS QUE POCO ANTES DE LA TOMA DE ESTA PLAZA DE PUERTO CABELLO POR LAS FUERZAS PATRIOTAS AL MANDO DEL GENERAL JOSÉ ANTONIO PÁEZ, LA SAGRADA IMAGEN FUE ESCONDIDA O TAL VEZ ARROJADA AL MANGLE EN LA PARTE ORIENTAL DE LA CIUDAD.  EL CIUDADANO SEÑOR FELIPE GARCÉS, AL SALIR UNA MAÑANA POR EL MANGLE EN UNA PEQUEÑA EMBARCACIÓN, ENCONTRÓ DICHA IMAGEN SUMERGIDA EN LAS AGUAS CASI EN SU TOTALIDAD Y VOLVIENDO A LA POBLACIÓN DIO AVISO A SU HALLAZGO A LA PRIMERA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA  Y VOLVIENDO AL LUGAR DEL SUCESO EN COMPAÑÍA DEL VENERABLE SEÑOR CURA SE CERCIORARON DE QUE ERA LA IMAGEN DE JESÚS EN EL PASO DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA QUE ESTABA SUMERGIDA EN LAS AGUAS EN EL LUGAR MAS AL ESTE DE LA CALLE QUE HOY LLAMAN MUNICIPIO.
INMEDIATAMENTE ACUDIÓ GRAN MULTITUD DE PERSONAS, LOGRANDO SACAR LA IMAGEN DE LAS AGUAS EN LA ESQUINA DONDE SE CRUZAN HOY LAS CALLES DEL MANGLE Y DE COLÓN, QUE HASTA ALLÍ LLEGABAN LAS AGUAS MANGLARES, EN ESA ÉPOCA. EN EL ACTO SE ORGANIZÓ UNA GRAN PROCESIÓN, SIENDO LLEVADA LA IMAGEN EN HOMBROS AL TEMPLO PARROQUIAL,


ACOMPAÑADA Y ESCOLTADA POR UN PIQUETE DE INFANTERÍA DE MARINA Y LA BANDA DE MÚSICA DE UNA FRAGATA ESPAÑOLA  SURTA EN  EL  PUERTO .
EN EL TEMPLO PARROQUIAL FUE LIMPIADA Y BENDECIDA LA PIADOSA IMAGEN Y DESPUES DE CELEBRARLE UNA FIESTA DE DESAGRAVIO LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA LA ENTREGÓ EN DEPÓSITO AL CAPITÁN SEÑOR FELIPE GARCÉS, PARA QUE LA CUSTODIARÁ EN SU CASA Y LA ATENDIERA A SU FIESTA TODOS LOS AÑOS EN EL DÍA MARTES SANTO.
 DESDE ESE DÍA QUE DEBIÓ SER POR EL AÑO 1822, HA SEGUIDO LA IMAGEN EN PODER DE LA FAMILIA  RECIBIENDO DE LOS FIELES UN CULTO NO INTERRUMPIDO, LLEGANDO ESTE CULTO AL MAS ALTO GRADO DE  ESPLENDOR Y SOLEMNIDAD, DESDE QUE EL SEÑOR PEDRO A. VALBUENA Y LUEGO EL DOCTOR PAULINO I. VALBUENA TOMARON A SU CARGO EL CUIDADO DE LA SAGRADA IMAGEN Y LA CELEBRACIÓN DE LA FIESTA, QUE ES DE LAS MAS SOLEMNES QUE SE CELEBRAN EN EL AÑO.


IMAGEN ACTUAL, UBICADA EN LA CATEDRAL SAN JOSE DE PUERTO CABELLO, RECIENTEMENTE RESTAURADA, GRACIAS A UN GRUPO DE FIELES BIENECHORES.



viernes, 25 de marzo de 2016

Encuentro de imágenes (recuerdo personal)



Encuentro de Imágenes del  Viernes Santo

Un recuerdo personal, me llega cada Viernes Santo. El Encuentro de Imágenes  religiosas que se da, desde hace muchos años, en el cruce de la calle Bolívar con calle Sucre. Este día, después de la liturgia del Viernes Santo  en las diferentes parroquias, tres iglesias  cercanas al centro de la ciudad, Iglesia San José, Iglesia nuestra Señora de La Caridad y Nuestra Señora de Coromoto, dan cita sus imágenes La Virgen de la Dolorosa, San Juan, Magdalena, Cristo  Crucificado, Santo Sepulcro y los signos del calvario (Cruz, martillo, clavos, tenaza, letrero, paños, etc),

 Cada imagen viene en procesión con gran cantidad de feligreses, y van representando diferentes encuentros, entre una y otra, las cuatro esquinas son testigos, de la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Desde la tradicional ventana del Edificio Pizzolante, desde hace muchos años, se narra la pasión de estos encuentros. Una imagen a otra se presenta, se hacen reverencia, se escuchan unas grandes matracas, que al sonar, es el momento de la inclinación de las imágenes. Todo en un ambiente de oración, de fervor y religiosidad popular, de fe. 

Desde unos años para acá, la Orquesta Sinfónica Juvenil, se hace presente en la plaza con un repertorio de música sacra, que sirve de fondo a este hermoso encuentro. Dentro de las imágenes que resaltan por su belleza, estética y talla colonial, prevalece la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores (La Dolorosa) y el Santo Sepulcro. 

Alrededor de dos horas de encuentros y saludos entre las imágenes nombradas dura la actividad, luego, cada imagen regresa a la parroquia que la custodia, igualmente en procesión.





viernes, 11 de marzo de 2016

Don Italo ; 5 años de un hasta luego


Don Italo murió el 12 de marzo del 2011, y hemos querido transcribir dos textos, de informaciones periodísticas que salieron al día siguiente, una en el Noti-tarde y otra El Universal.


Murió el gran maestro Ítalo Pizzolante, autor del bolero "Motivos"
Puerto Cabello, marzo 12 (Maryela Pinto Alvarado/Marisol Pozzolini/Oglis Clisanchez Andrades).- “Puerto Cabello, cuando lejos me encuentre de ti, di a tu brisa que traiga hasta mí, sus canciones de mar”.Desde tempranas horas de la mañana de este sábado, la tristeza embargó los corazones de los porteños y de cientos de venezolanos por la desaparición física del autor del himno de la Ciudad Cordial, el maestro Italo Pizzolante Balbi.El reconocido compositor, músico y poeta, murió en horas de la madrugada de este sábado a sus 82 años edad en Valencia, ciudad en la que permanecía hospitalizado a causa de una neumonía.Sus restos están siendo velados en el salón Foyer del Teatro Municipal. A las 2:00 de la tarde de este domingo se realizará una misa en su honor, donde la Orquesta Sinfónica Juvenil de este municipio, junto a la Cantoría Infantil, le rendirá un merecido homenaje al maestro. El sepelio se realizará a las 4:00 de la tarde en el cementerio “Jardines del Recuerdo” de Puerto Cabello.Es momento para recordar que la música del compositor de “Motivos”, canción que ha sido interpretada por artistas como La Rondalla Venezolana, Los Panchos, Chucho Avellanet, Armando Manzanero, Alfredo Sadel, Vicente Fernández y más recientemente Luis Miguel, permanecerá para siempre en el recuerdo de todos los venezolanos.Al conocerse la lamentable noticia, el Gobernador del estado, Henrique Fernando Salas Feo, aseguró que el maestro “deja la gloria de su música y seguirá alegrando las almas de todos en esta tierra. Su obra trascendió su vida, por generaciones de generaciones estaremos disfrutando lo que dejó, su amor por Puerto Cabello, por Carabobo, por Venezuela”.De igual forma, personajes del mundo artístico emitieron su pesar a través de las distintas redes sociales.El salsero Oscar De León publicó en su cuenta de twitter “hoy Puerto Cabello amaneció de luto por la muerte de su hijo predilecto, el poeta Italo Pizzolante. Paz a sus restos”.El humorista Laureano Márquez también dijo sobre el poeta que “una vida como la de Italo Pizzolante, es un motivo”.Amor sin fronterasEl también ingeniero civil, nacido el 2 de diciembre de 1928 en Puerto Cabello, egresado de la Universidad del Zulia en 1956, comenzó su vocación por la música en reuniones familiares.Sus más allegados lo recuerdan por cantarle siempre al amor, incluso se consideraba polígamo por sus cuatros tesoros; su familia, la ingeniería, la música y la vida, por esto se sabía un hombre realizado, ya que los cuatro le correspondieron hasta el momento de su partida.A pesar de sus múltiples composiciones, nunca dejó de cantarle a su ciudad natal, ese pedacito de cielo en el que los atardeceres simulan unas acuarelas.La ciudad que siempre recordó era como lo describió Lucas Guillermo Castillo Lara en uno de sus escritos “aquel pueblo que para ese entonces ya tenía cinco plazas.Eran cinco pedazos de vida palpitante, con rostro y espíritu propios. Sitios buenos para encontrarse y comunicar. Para el saludo y el diálogo. Para la espera o la cita”.Consideraba que para crear había que escudriñar bien los sentimientos, esos que sólo algunos pueden plasmar en una poesía o una canción.Puerto Cabello es un motivoFue entonces el 1° de diciembre de 1965, cuando el maestro expresó su inmenso amor por este municipio. “Mi Puerto Cabello, pedacito de cielo” es una de sus letras más reconocidas en todo el mundo, declarada himno de la Ciudad Cordial el 17 de julio de 1998.Motivos, otra de sus composiciones más conocidas, ha sido versionada por más de 60 interpretes y su larga trayectoria le hizo merecedor de numerosos galardones.El primero lo obtuvo en el I Concurso de Música Venezolana de la Universidad Central con la canción “Provincianita”, alcanzando el primer premio.Representó a Venezuela en el Festival de Boleros de La Habana, Cuba, en 1992, y recibió condecoraciones de instituciones públicas y privadas. Además, le fue otorgado el grado de Caballero de la República Italiana. El Colegio de Ingenieros, seccional en Puerto Cabello, creó la Orden Italo Pizzolante en su honor.Otros reconocimientos recibidos incluyen Orden Mérito al Trabajo, del Ministerio del Trabajo; Andrés Bello, en su II Clase, al Mérito Naval en su II Clase y Francisco de Miranda en su I Clase, de la presidencia de la República y se hizo merecedor de cálidos homenajes en Valencia, Caracas, San Felipe, Barquisimeto, Valera, San Cristóbal, Maracaibo, Calabozo, Guarenas, Cumaná y en su natal Puerto Cabello. En este sentido, vale recordar que su más reciente homenaje fue en el marco de los actos conmemorativos del 187 aniversario de la Toma de Puerto Cabello, el pasado 8 de noviembre. “Se durmió para vivir siempre”Italo Antonio Pizzolante, junto a sus hermanos María, Silvia e Isabel Pizzolante, expresó sereno, “la mañana de este sábado nuestro padre se durmió para vivir siempre en sus canciones, en su modelo de vida, en sus obras”, así lo dijo durante el acto velatorio realizado en el salón “Foyer” del Teatro municipal.Recordó Italo Antonio que la familia Pizzolante “es la primera generación de italianos que hicieron su futuro en Puerto Cabello, toda la vida de mi padre giró en torno al progreso social, económico y político de la ciudad y nunca quiso estar separado de su puerto viejo”.Por su parte, María Pizzolante expresó “lo que más me ha marcado de la vida de mi papá fue cuando declararon Mi Puerto Cabello himno oficial. Recuerdo a mi padre diciendo que no perdonaba a la gente que había venido y vivido en Puerto Cabello para marcharse, porque era una ciudad, que como decía su canción, tenía un embrujo. Si alguna vez se iba, saldría de espalda para luego experimentar la alegría del regreso”.Entretanto, Silvia Pizzolante recordó con nostalgia cuando su padre cantaba el tema “Olvídate que me olvide”, una de sus piezas favoritas. Mientras, Isabel Pizzolante resaltó la hermosura de los momentos compartidos junto a su padre.Ccpc lamenta fallecimiento del maestro ItaloSantos Rivas, presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Cabello (Ccpc), manifestó sus condolencias por la partida del maestro Italo Pizzolante Balbi, a quien recordó como un extraordinario ser humano y un profesional exitoso en sus diferentes facetas. “Italo será siempre ejemplo para todos, nos deja un hermoso legado, es de esas personas que no se van pues sus obras quedan presentes”.Rivas, rememora los momentos compartidos junto al compositor porteño en la cúpula empresarial, donde fue presidente en el año 1989. “En nombre de la directiva de la Cámara de Comercio expresamos nuestro pesar a los familiares de nuestro amigo Italo Pizzolante, quien en vida se hizo merecedor de múltiples homenajes, entre ellos el bautizo de un salón con su nombre en esta sede empresarial”.“Nos identificaba el gusto  por la música”José Alfredo Sabatino Pizzolante, especialista en Derecho Marítimo y sobrino de Italo Pizzolante, sostiene que los identificaba el gusto por la música y los libros. “Mi tío fue un hombre de gran cultura, amante de la música clásica. Estar a su lado era poder nutrirse de mucha información”. Sabatino, sostiene que su tío representa la porteñidad, por tratarse de un hombre siempre ligado a esta ciudad, donde tuvo su hogar y conformó una admirable familia. “Era una persona polifacética, como gremialista fue presidente de la Cámara de Comercio y presidente de la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo, además estuvo ligado a Fedecámaras Carabobo, también cumplió su rol como político y como hombre de cultura le dejó mucho a Puerto Cabello”.Decretados tres días de duelo(Oglis Clisanchez/Prensa Gobernación).- El gobernador del Estado Carabobo, Henrique Fernando Salas Römer, decretó tres días de duelo regional por el fallecimiento del músico Italo Pizzolante, quien fue un destacado artista que promovió la cultura de Puerto Cabello, con famosas canciones de gran éxito internacional.El Gobernador de Carabobo aspira que todo el país se una a este sentimiento de solidaridad y apoyo a la memoria del artista porteño, quien se destacó como compositor, poeta y músico, cuyos temas fueron interpretados por reconocidos cantantes tanto nacionales como internacionales.Expresó que Carabobo se encuentra de luto, pero lo importante en este doloroso momento, es valorar la vida de Italo Pizzolante y recordar su aporte cultural para aprender a valorar realmente a nuestra región, promocionando su legado todos los días.Luto en Puerto CabelloEl alcalde Rafael Lacava acudió al acto velatorio y también decretó tres días de duelo por el fallecimiento de Italo Pizzolante, “en consecuencia la bandera nacional permanecerá a media asta en todos los edificios públicos del municipio”. Adicionalmente, se acuerda la creación del Estudio de Grabación Municipal “Italo Pizzolante Balbi”, el cual funcionará en la Casa de la Cultura de Puerto Cabello.Desde Notitarde lamentamos la partida del gran maestro Italo Pizzolante, eterno amigo de esta casa editora.NOTI- TARDE



Ítalo fue más que motivos
El compositor falleció ayer en Valencia en horas de la madrugada
"Una rosa pintada de azul es un motivo, una simple estrellita de mar, es un motivo... escribir un poema es fácil si existe un motivo, hasta puedo crear mundos nuevos en la fantasía", reza MOTIVOS, una de las muchas canciones por las cuales será recordado el compositor, poeta y músico venezolano Ítalo Pizzolante, que ayer en horas de la madrugada dijo adiós en Valencia a los 83 años de edad.
Sus letras llegaron a los corazones latinoamericanos gracias a la voz de Vicente Fernández, Armando Manzanero, Luis Miguel, Los Panchos y la Rondalla Venezolana, entre muchas estrellas nacionales e internacionales.
Su tema MI PUERTO CABELLO fue declarado el 17 de julio de 1998 himno oficial de Puerto Cabello, su ciudad natal. Sus amigos y colegas lamentan su desaparición física y recuerdan con nostalgia sus aportes a la música venezolana y al repertorio del continente.
María Teresa Chacín lo conoció hace 40 años, para la época en la que se realizaba el Festival de la Voz de Oro, y desarrolló con él una estrecha relación de amistad. "Lo voy a recordar siempre como un amigo entrañable y, de todos, uno muy cercano. Lo conocí a finales de los 60 en Barquisimeto, donde nos reuníamos casi todos los fines de semana y amanecíamos cantando en casa de Los Briceño con Rodrigo Riera, el maestro Eduardo Serrano y Rosa Virginia. Yo grabé en el año1981 su canción ASÍ BELLÍSIMA en el disco ALGO CONTIGO, hermosísima, que decía 'no hace falta ser artista para hacerte una canción lo que basta es conocerte'. A él le gustó mucho. Mi hermana también le grabó una canción. El último en grabar MOTIVOS fue el cantante mexicano Luis Miguel. MI PUERTO CABELLO la grabó Billo's Caracas Boys con Felipe Pirela", recuerda. La cantante criolla destaca la forma en la que escribía Pizzolante. "Cuando lo conocí quedé impactada por la manera como componía y llegaba a la gente de una manera tan sencilla y romántica. Yo lo relacionaba con Armando Manzanero que dice cosas de una manera que todo el mundo puede entender, es lo más difícil", subraya. Chacín evoca el carácter del maestro. "Tenía una personalidad única, es algo querecuerdo y añoro porque eran tan agradable escucharlo cantar. Siento muchísimo su partida porque le tenía cariño y mucho afecto, de esos que no se olvidan con el tiempo y que se añoran más bien", afirma.
Chelique Sarabia rememora los años de confianza y camaradería que compartió al lado del poeta de Puerto Cabello. "Nosotros tuvimos una larga amistad de parranda donde quiera que nos encontrábamos, bien fuese en Caracas donde teníamos un grupo con el maestro Eduardo Serrano, Manuel Pizzani y Omar Sanz.También teníamos otro grupo en Barquisimeto, donde formamos causa común,Ítalo siempre con su acordeón y yo con la mandolina. Ahí compartíamos veladas sabrosas de cantarnos, decirnos 'mira lo último que compuse, mira esto, lo otro y así estábamos compartiendo, estuvimos muy cerca, aunque desde que me vine a Puerto La Cruz ­hace 12 años­ nos dejamos de ver un poco, pero a distancia seguíamos en contacto", refiere. El compositor de ANSIEDAD enfatiza la importancia de Pizzolante como creador de la música popular y latinoamericana. "Ítalo Pizzolante es uno de los últimos juglares de su pueblo porque casi toda su obra de compositor está íntimamente ligada a Puerto Cabello. Sus canciones han sido durante muchos años el estandarte de la música de esa región del país, con la cual todos los carabobeños han estado siempre identificados. Ante la muerte de Ítalo, Venezuela pierde uno de sus más importantes valores porque sus temas tienen un contenido armónico y melódico que trasciende lo nacional", asegura.
La cantautora Soledad Bravo expresa su dolor por el fallecimiento del músico carabobeño. "Es una pena muy grande y lo siento mucho porque cuando se va alguien que nos ha acompañado toda la vida con sus canciones, no queda más que llorar y desearle un feliz viaje. Ítalo se va con su romanticismo a cuestas y nos deja a nosotros con menos romanticismo del que nos gustaría tener. Yo lo quería mucho. Es un gran valor venezolano, un hombre que le escribió las canciones más lindas a Puerto Cabello", enfatiza. La artista enaltece el afecto que Pizzolante, de origen italiano, profesaba por lo criollo. "Era un hombre que amaba mucho a su país, pero nos ha dejado un legado bellísimo, cuando uno se reúne en una fiesta todo el mundo canta sus canciones. Su música está dentro de uno y, a veces, estoy tarareando en la casa y me encuentro cantando el tema que cantaba Felipe Pirela, MI PUERTO CABELLO, que es tan bello", agrega.
El sonero del mundo, Oscar D'León, publicó ayer en su perfil en Twitter: "Hoy Puerto Cabello amaneció de luto por la muerte de su hijo predilecto, el poeta Ítalo Pizzolante... Paz a sus restos". El gobernador de Carabobo, Henrique Salas Feo, decretó tres días de duelo por la muerte de Pizzolante y hoy la Orquesta Juvenil de Cámara de Puerto Cabello y la Cantoría Infantil le rendirán un sentido homenaje al músico en una misa que se ofrecerá en la Catedral de San José a los 2:00 p.m.
YOBELMEJIAS@ELUNIVERSAL.COM



jueves, 10 de marzo de 2016

Un Porteño, el primero en recibir el Titulo de Bachiller en Medicina





José Francisco Molina, fue un médico y educador venezolano nacido en Puerto Cabello (Estado Carabobo) alrededor de 1753 y fallecido en Caracas el 14 de abril 1788. Se le considera el primer venezolano en alcanzar el título de Doctor en Medicina en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, regentar la Cátedra Prima de Medicina y el segundo protomédico del país.


Durante la colonia llegaron a la Provincia de Venezuela en forma ocasional, médicos europeos principalmente españoles. En general eran profesionales mediocres a quienes la población, cuya salud estuvo predominantemente en manos de curanderos, no apreciaba.
La Real y Pontificia Universidad de Caracas fue creada en el año de 1721, pero no se dictaba en ella cátedra alguna de medicina y los diversos intentos para lograrlo fracasaron totalmente en varias ocasiones.
En 1763 el médico mallorquino Lorenzo Campins y Ballester fue autorizado para dictar una Cátedra de Medicina en la Universidad. Esta cátedra tuvo pocos alumnos y sólo en 1775 José Francisco Molina fue el primero en obtener el título de Bachiller en Medicina.
El protomedicato se establece tardíamente en 1777 y subsistió hasta 1827, año en que Bolívar decretó la creación de la Facultad de Medicina. El Protomedicato fue muy importante para la medicina nacional. No sólo inició formalmente la enseñanza médica sino que también combatió el curanderismo.
El Protomedicato actuó vigilando la práctica médica e incluso abordó problemas deontológicos de la misma. No puede dudarse que contribuyó a dignificar la profesión médica. Según Ceferino Alegría en la Guerra de la Independencia prestaron servicio por lo menos 86 médicos procedentes del Protomedicato. El Protomédico Felipe Tamariz, distinguido profesor con gran fervor republicano, debe ser considerado como uno de nuestros más eminentes médicos. Murió ultimado por las tropas de Boves en 1814.
Además de los médicos venezolanos que intervinieron en la Guerra de la Independencia hubo médicos extranjeros y numerosos practicantes. Ante la imposibilidad de nombrarlos a todos permítanme mencionar a Francisco Isnardi y José Ángel Álamo, diputados al Congreso Constituyente de 1811. El primero fue su Secretario y redactó el Acta de Declaración de la Independencia. La Sociedad Patriótica se reunía en la casa del segundo. La representación de los
médicos en los actos del 19 de abril de 1810 estuvo en manos de José Rafael Villarreal, quien fue el primero que gritó a Emparan “No, no lo queremos”. Murió en el terremoto de 1812. Los demás fueron Vicente Salias, Redactor de la Gaceta de Caracas y miembro prominente de la Sociedad Patriótica, quien murió fusilado en Puerto Cabello en 1814 y José María Gallegos, cirujano del Hospital San Pablo y de las tropas de Miranda, a quien Monteverde fusiló en La Guaira en 1812.



Primer médico graduado en nuestra Universidad el 21 de enero de 1775
Fué discípulo de Lorenzo Campins y Ballester y lo suplantó en la enseñanza de los estudios médicos en nuestro país.  De Puerto cabello donde precisamente cuyo honor actualmente el hospital del IVSS. en esa región lleva su nombre.

La forma de dictar las clases consistía en el recitar y escribir los apuntes del Dr. Lorenzo de Campins y Ballesters, técnica que repitió el Licenciado Francisco Molina durante los tres años que regentó la Cátedra de Prima de Medicina.

Hijo de Don Jerónimo Molina y Magdalena Sierra. Realizó estudios en el Real Colegio Seminario de Santa Rosa de Lima de Caracas en calidad de colegial porcionista. Obtuvo el título de bachiller en artes el 3 de junio de 1772 y desde 1771 había comenzado su práctica hospitalaria. Los títulos de bachiller, licenciado y doctor en medicina le fueron otorgados en 1772, 1779 y 1785, respectivamente.
En la solicitud de su examen, "dice haber cursado tres años de medicina", y practicado el tiempo exigido por las Constituciones. Su tesis doctoral se tituló "Los aforismos de Hipócrates". Molina defendió la tesis para optar al título de Doctor en Ciencias Médicas en forma oral y en latin, ante un jurado de cinco miembros. El Rector de la Universidad Domingo Berroterán indicó que el examen lo cumplió "como a las tres y media de la tarde" del sábado 21 de enero de 1775 y más adelante se lee que se "procedió al examen de Medicina del Br. en Artes Joseph Francisco Molina y habiéndose éste ejecutado por los examinadores nombrados bajo la protección del Dr. D. Lorenzo Campins, Catedrático de Medicina, de esta Ilustrísima Universidad de Venezuela", se procedió a la votación secreta y fue aprobado por todos los votos, siendo además Miembros del Jurado los Maestros Juan Vicente Echeverría y D. Francisco Antonio Pimentel y los señores "Don Domingo" y Don Juan Pablo Marrero.
Molina obtuvo el grado de Doctor algunos meses después de haber asumido la Cátedra de Medicina y la responsabilidad del Protomedicato. Sucedió a Lorenzo Campins y Ballester en el Protomedicato y la docencia después que Campins se retirara por problemas de salud (19 de febrero de 1785). Durante su breve actuación siguió las huellas de su antecesor sin texto alguno, limitándose a las notas tomadas en clase por los alumnos. Sus 2 primeros discípulos fueron Cristóbal Peraza y Tomás Hernández Martínez.
Sin embargo, Molina se desenvolvió con relativo acierto tanto en el aspecto docente como en el asistencial ya que simultáneamente heredó de Campins el cargo de Médico de los Reales Hospitales. Trabajó en los Hospitales de San Pablo y el Militar en Caracas. Graduó o autorizó el ejercicio de algunos profesionales y suscribió pocos documentos en cumplimiento de sus funciones de protomédico.
Aunque fue nombrado por 4 años, Molina sólo duró 3 años al frente de la Cátedra y del Protomedicato, ya que falleció. Fue sustituido interinamente por el Licenciado Vicente Fajardo, después del cual entró a desempeñar estos cargos en forma definitiva el Dr. Felipe Tamariz.

martes, 8 de marzo de 2016

Radio Puerto Cabello 78 años


Si hay una emisora de Radio, que se ha ganado la confianza, credibilidad, el cariño de la Ciudad es Radio Puerto Cabello, quién hoy 8 de marzo, llega sus primeros 78 años de fundada. Con historias propias y viviendo y narrando la historia de la ciudad. Desde su primera sede en Rancho grande, hasta sus sede actual, es mucho lo que ha visto la radio, para luego llevar la voz a cada hogar porteño. Grandes comunicadores sociales, locutores, técnicos, han pasado por allí. Más que una estación de radio, es una escuela, donde se aprende el hermoso y servicial arte de comunicarse a través de la radio.



No hay porteño, morense y hasta falconiano, que desde muy temprano enciende su radio y no ponga los 1290 del dial en AM, y escuche Radio Puerto Cabello, aún colándose el primer café y estamos escuchando contacto 1290 con Sigfredo Romero Sanchez con su ameno programa de música de ayer con notas de historias y recuerdos de la ciudad, noticias frescas y algo más de comentarios, incluyendo escuchar una que otra queja. Luego el Cafecito Caliente con Argenis Salazar, programa que escucho desde que era adolescente y aún sigue Argenis dando la batalla, y así toda la programación diaria que tiene un público especial, de época y activo en la cotidianidad.

De los programas que más recuerdo, y casi que el único que recuerdo y anhelo, el el famoso Salon Azul de la Locutora Carmen Evelyn Arraiz, casí que esperaba el día y la hora del programa, para instalarme a disfrutar del mismo, las orquestas invitadas y los personajes que traía al presente en el programa en medio de una gran fiesta de salon. Excelente.


Uno de los programas que más me he conectado últimamente, era con Orientaciones Familiares con Alfredo y Marbella, sobre todo cuando tocaban los tópicos culturales e Históricos. Tan agradable, tan bueno, dando oportunidades de hablar a todos. Soy testigo de ello, más de una vez fui invitado y tratado con tanto cariño. Ciertamente Radio Puerto Cabello es parte de la familia porteña, es una casa más que visitamos con alegría, o para buscar una ayuda, y están ellos presto a dar lo mejor de sí. Estoy orgulloso de Radio Puerto Cabello, mi radio, con la que crecí. Que sigan los exitos...

sábado, 5 de marzo de 2016

Simbolos Oficiales y locales de Mi Puerto Cabello


Canción "Mi Puerto Cabello" es el himno oficial de la ciudad
Puerto Cabello, agosto 06 (Arturo Colmenares B.).- Durante un emotivo acto celebrado en el Teatro Municipal fue institucionalizada la canción del ingeniero Italo Pizzolante Balbi, "Mi Puerto Cabello", como himno del municipio.
El presidium estuvo integrado por el alcalde Alfredo Sabatino Pizzolante, el cantautor de la popular creación; Lucas Guillermo Castillo Lara, miembro de la Academia Nacional de la Historia; el contraalmirante Julio Cordero Fornerino, comandante de la Base Naval "CA Agustín Armario"; Mons. Ramón Antonio Linares Sandoval, Obispo de la Diócesis; el cronista de la ciudad, Miguel Elías Dao; el juez Moisés Domínguez y el Fiscal del Ministerio Público, Gamal Richani.
El acto lo ofreció el Alcalde Sabatino Pizzolante, quien destacó la trascendencia de este acontecimiento y se refirió a la lamentable muerte del escritor Dr. Adolfo Aristeguieta Gramcko, un ilustre caraqueño vinculado a Carabobo y en particular a Puerto Cabello. Reconocemos igualmente a Italo Pizzolante Balbi ese empeño que puso desde joven por servir a Puerto Cabello.
Esa canción "Mi Puerto Cabello", que hoy oficializamos como himno de la ciudad, y la cual ha recorrido el mundo entero, la llevamos todos dentro de lo más íntimo y nos recuerda permanentemente lo que es esta urbe de brazos abiertos.
LOS TRES HORIZONTES
Luego intervino Miguel Elías Dao, cronista de la ciudad, quien refirió que en este teatro, corazón artístico de la ciudad, escuché hace muchos años la voz de un ilustre historiador aragüeño íntimamente ligado por el amor y la sangre a este Puerto donde las leyendas corren parejas a las olas del mar. Nuestro amigo Lucas Guillermo Castillo Lara se refería a "la ciudad los tres horizontes marinos, porque el otro se lo robó la montaña".
Era el tiempo de oír cantar y aprender, y después con palabras llenas de emoción plasmó esas vivencias con su evocación porteña que se hizo eterna en el afecto: "Cuando el agua rodó sobre el agua, nació la espuma. Cuando la espuma durmió sobre la playa, se hechizó la arena. Y entre espumas y arenas, sobre el azul del agua y bajo el azul del cielo, nació Puerto Cabello. Surgió de la tierra o del mar, de la costa o de la espuma. Tallo que se dobla en flor, hacia el azul. Caracola de espuma que asciende hacia la nube".
PUERTO CABELLO E ITALO PIZZOLANTE
Lucas Guillermo Castillo Lara en una prosa poética que conmovió a los presentes refirió que "Glosando la conocida canción 'Motivos', tengo dos motivos fundamentales para estar en esta solemne festividad porteña.
Un motivo es el amor a esta ciudad, y el otro, la amistad fraternal con el Dr. Italo Pizzolante. Ya lo dije en anterior ocasión y ahora lo repito:
se ama a Puerto Cabello porque se ha nacido en él, porque se lleva sangre porteña, o porque le ha llegado el cariño por la ruta del corazón. A mí me nació a través de unos azules ojos porteños, de la novia de ayer y de siempre, que han sido luz y vida de mi existir".
Castillo Lara repitió algunos párrafos de su obra "Tiempo de amanecer para el tiempo de Puerto Cabello". "Tiéndeme tus manos marineras, Puerto Cabello. Tus manos de bronce y agua, con dedos de costa limpia y arena enamorada. Con ellos podemos alcanzar hasta el mismo corazón de la alborada. Con esas manos limpias podemos recoger tu mejor palabra. La que tiene un color de sol y de fresca mañana, la que sabe a sal y amor y yodados aires. La que se dice con amor y se entrega espontánea.
La que se perfila en vuelo de gaviotas y la que se arremansa en el ancla.
La que se despide en pañuelos de sirenas o se abraza en ligaduras de atarraya. La palabra de tu marinero en trance de navegar o la de tu navegante en abrazo de llegada...".
NAVEGAR HACIA EL MAÑANA
"­Canto de caracolas enamoradas, el de las islas centinelas! Desde Isla Larga y Borburata hasta Goaigoaza, las navegantes islas sueñan con singladuras lejanas, oyendo los cuentos que les traen las olas conversadoras. Entonces les dan ganas de viajar y llaman al Puerto de compañero, pero está amarrado con su cabello de oro.
Puerto Cabello de la flor alba en la pleamar amanecida. Tarde de la luz herida en la sal de una lágrima. Vete a navegar hacia el mañana, izando tus velas marineras por el mar de la promesa.
El mar se ha enamorado de Puerto Cabello. Lo besa en la boca de su puerto, lo acaricia en los flancos de su playa, lo encrespa de espumas en Punta Brava y se aquerencia en su bahía como una niña entre sus brazos.
Color de Puerto en sol en este mar aquietado, como una mariposa blanca en la esmeralda de agua. En las ventanas del alba se mecieron los cocales para saludar a las gaviotas que desfloraban el aire".
EL ETERNO SOÑAR
Once años atrás -recordó Castillo Lara-, en un discurso que pronunciara aquí en esta ciudad, quizás inspirado por esa canción nostálgica del puerto, tuve el honor de augurar este acto que se cumple hoy. Al hablar de los personajes de esta tierra, citaba: "A ese músico-poeta y dilecto amigo, Italo Pizzolante, que encontrará el alma de Puerto Cabello en su himno sentimental".
Así lo sentía el pueblo, así lo sentía yo, y ahora recibe el bautismo oficial. En esa canción, ahora elevada a la categoría himnástica, están reunidos los elementos que caracterizan la ciudad: su paisaje y el espíritu de sus gentes.
Es una dimensión intemporal de verso y música, para encontrar las voces íntimas de su recóndita esencia. Música y letra se conjugan para hacernos soñar con sus cálidas melodías.
"Mi puerto viejo", con voces transidas lo llama la canción, y se entra al "corazón azul de la leyenda".
Y se lleva de compañera una "Luna linda en el mar" que tiene caminitos de luz en las aguas dormidas para el encuentro enamorado.
Si no se ha vivido a plenitud una luna porteña, no se puede conocer el embrujo de los sueños.

DEL VERSO Y LA ECUACION
La música desgrana los versos y la canción rememora la estampa de medalla antigua que nos entrega el rostro de la ciudad. Es un canto desvelado de cosas añejas que conservan la solera de las cosas nobles. Uno recuerda el silencio viejo de las penumbrosas callejuelas, los cascarones solariegos que iban quedando desiertos o principiaban a desaparecer.
Toda esa evocación de seres y cosas porteñas que se querencian en los versos y compases del nuevo himno ciudadano, hay que agradecérselo a este porteño ejemplar Italo Pizzolante, caballero del verso y la ecuación, juglar de la música y el poema, que le brotan por entre los dedos del alma.

Un hombre que brilla por su modestia velando su valer. Un porteño que ama con irresistible vocación su ciudad, y le entrega generoso su arte y su poesía para echarla a volar en sus canciones por tierras nuestras y ajenas.
Un porteño así bien merece este justiciero homenaje que hoy se le rinde al consagrar su "Puerto Cabello". A ese hijo entrañable de su espíritu, como el himno de su amada ciudad, digo mal, de nuestra amada ciudad, del bien llegar y del nunca salir.

"NO LOS PERDONO"
Italo Pizzolante habló de su amada ciudad. De sus padres inmigrantes. De su canción institucionalizada como himno de Puerto Cabello, compuesta en una playa cercana a Maracaibo, en 1954, cuando estudiaba sus últimos años de ingeniería. A los detalles que rodearon su canción, y categórico, en sus palabras advierte "al que no conoce o no ha vivido en Puerto Cabello, lo digo hoy, sin temor de arrepentirme, yo no los perdono. Porque si fuera difícil llegar aquí, más difícil es alejarse, dejar su cautivador e imborrable paisaje. Ese que yo definí con mi canción como un embrujo que nos hace vivir.
En cualquier caso, yo les recomiendo a los que aman este pueblo, si es que algún día se van, lo hagan, pero yéndose de espaldas porque así pueden experimentar la alegría del regreso".
"PEDACITO DE TIERRA"
Mi emoción se acrecienta -dijo Italo Pizzolante- porque la melodía y las palabras que tanto sonaron en los oídos del porteño y salían de las voces sencillas de mi gente, ahora, cuando penetra en la historia como himno, hará más profundo, más inmenso, más emotivo el sentimiento y el amor hacia este pedacito de tierra que lo volvió cielo mi poema.
Es justo destacar la felicidad que me da la presencia de todos ustedes. Es una sensación de plenitud que me conmueve a mí, a toda mi familia y a todos mis invitados, aquí presentes. Pero, con especial deferencia, quiero expresar el orgullo que siento de poder tener conmigo aquí a dos grandes personajes de mi total afecto.
Ellos son el Dr. en ciencias políticas y sociales, individuo de número de la Academia de la Historia, don Lucas Guillermo Castillo Lara, y don Miguel Elías Dao, nuestro cronista, también historiador, investigador y poeta, quien muy difícilmente puede ser superado en número de volúmenes de obras y de calidad literaria por escritor alguno.
CORAZON CON AFECTOS
Citó Castillo Lara parte de un discurso pronunciado el 19 de abril de 1978, en el cual afirmó "a muchos, Puerto Cabello les nació por la sangre; a mí me nació por el cariño. Pero si no se trata a Puerto Cabello por el camino del corazón, nunca será porteño.
Aunque aquí se haya nacido, siempre se será extraño a la vivencia de esta tierra. Por eso a Puerto Cabello no se puede venir con el corazón vacío, hay que traerlo lleno de afectos para estar en su sintonía.
Así uno pueda entender a sus hombres recios, a sus mujeres exquisitas, a sus intelectuales, a su cronista amigo, a sus poetas, a sus artistas".
La reunión, que a muchos hizo recordar las tertulias literarias de antaño, concluyó cuando la Banda Municipal interpretó por primera vez en forma pública el himno de la ciudad, "Mi Puerto Cabello", según arreglo del Dr. José Alfredo Sabatino P., sobrino del autor.

LA CANCIÓN MI PUERTO CABELLO, FUE DECLARADA HIMNO OFICIAL DEL MUNICIPIO DE PUERTO CABELLO EL 17 DE JULIO DE 1998.


Bandera de Puerto Cabello. Vexilología de la Bandera de Puerto Cabello.Dimensiones, tercia al asta,color rojo que enaltece la sangre derramada por nuestro pueblo de bravos guerreros.tomando como ejemplo principal la hazaña de 1823.
Tercia central y pendiente, azul intenso de apacibles aguas que exaltan nuestras bellas playas e islas con un manto de un cielo vigoroso que regocija a los porteños en cada atardecer. azul de historia,de origen, de puerto.
Centro de la mitad inferior, verde franja que se extiende desde la vaina a la pendiente, emblema de la Esperanza y bellezas naturales...
Blanco faro, imperecedero, guardián de blanco marfil, otrora semblanza de nuestras joyas arquitectónicas. calle lanceros, el fuerte san felipe,etc....
Amarillos destellos de luz, la cálida luz de fe de un pueblo, guiado por su patrono San Juan Bautista por caminos de Nobleza, perseverancia y cordialidad.
Autor: Antonio José Serrano López
jueves 8 de noviembre de 2001





ESCUDO DEL MUNICIPIO PUERTO CABELLO
En resumen:

El Escudo está dividido de la siguiente forma:
1) El Castillo representa el actual Castillo Libertador.
2) El jinete simboliza el asalto realizado por el General José Antonio Páez quién llevo a cabo la memorable hazaña.
3) La fecha que aparece en la banda arco, que es la del 8 de noviembre de 1823, es la del referido hecho de armas.
4) La rosa de los vientos sobre el jefe, significa además de la libertad, el espíritu de la ciudad-puerto abierto a todos los rumbos para el intercambio comercial y cultural y su condición favorable para declararlo Zona Franca.
5) Las ramas de laurel son símbolos de Gloria.