jueves, 28 de enero de 2016

28 DE ENERO DIA DEL CINE VENEZOLANO/ locación


Este día festivo se conmemora desde 1897, un 28 de enero, cuando se realizó en el país la primera proyección en el Teatro Baralt de Maracaibo de dos películas que marcaron el inicio de la cinematografía nacional: Un Célebre Especialista Sacando Muelas en el Gran Hotel Europa y Muchachos Bañándose en la Laguna de Maracaibo, ambos filmes dirigidos por Manuel Trujillo Durán



La Ciudad de Puerto Cabello, siempre es locación para grandes películas de nuestro Cine Venezolano, por sus fortificaciones, sus haciendas, sus calles coloniales, han servido de escenario a muchas de nuestras películas Venezolanas, sobre todo aquellas que tienen que ver con la Historia. Además otra de gran contenido y ganadora de premios internacionales como Oriana de Fina Torres, donde lagunas locaciones de Borburata, fueron utilizadas en la misma. Recientemente La Planta Insolente de Roman Chalbaud, y la última de Bólívar realizada por la Villa del Cine, tomaron locaciones nuestras. Igualmente el ánimo de hacer Cine Comunitario en muchas de nuestras comunidades. Por allí viene una sorpresa de una Película Porteña...




Nuestra Calle Los lanceros, es una de las Calles más famosas de Venezuela, no solamente por la gesta histórica que alli se realizó el 8 de noviembre de 1823, o a sus alrrededores, sino que además es una de las calles más representativas de la época colonial, Sus casas, balcones, Puertas, formas de ventanas, en muchas de ellas nos hablan de la historia de Venezuela. Ha siso escenario de muchas peliculas historicas, sobre todo de personajes importantes, de Bolívar, Miranda, El Cabito y muchas otras. Es una locación de refencia para los cineastas venezolanos. Una calle que ha sido copiada o hecho replica en parques temáticos, donde se valora su umportancia. es la Calle que abre las Puertas del Turismo y la Cultura en Carabobo para todos los que vienen a visitarla...Orgullo Porteño, cuídala, mantén limpio sus espacios, es de todos.

miércoles, 27 de enero de 2016

El Mercado de Tejerías/ recordando


Vivo a tres cuadras del Mercado de Tejerías, y disfrute por años de los beneficios de comprar la ropa económica, tanto la ropa de remate como decíamos, como la de la parte de ropa importada, que era un poco más cara,pero seguía siendo más barata que comprarla en las Tiendas del Centro. 
Somos una familia numerosa y siempre mi madre compraba allí sobre todo los estrenos de navidad, año nuevo, los shores para carnavales e incluso uniformes escolares. Piezas para la cocina, artefactos eléctricos y decorativos, de todo se podía comprar a buen precio. Venían personas de muchas partes de Venezuela a vender y sobre todo a comprar. En mi casa se alojaban gente de Coro, punto Fijo y otras zonas del occidente que se venían los viernes, para comprar el sábado e irse al medio día. 
Ciertamente tenía sus ventajas y desventajas. Una de sus ventajas era su ubicación céntrica y una de sus desventajas es que cerraba por casi todo el sábado la entrada a la urbanización Tejerías, acceso a San Esteban Pueblo y Fortín Solano, y aparte del basurero que dejaban muchas veces y no recogían. Aunque me consta que ellos pagaban impuestos municipales, que se desaparecían. 
Muchas de las familias de la Zona de Tejerías, Pueblo Nuevo, Puerto Nuevo, caja de Agua se benefició del mismo, haciendo y vendiendo sopas, refrescos y espumosas. Alquilando cuartos para guardar las mercancías, herreros haciendo los tarantines de metal, o recuperando los dañados, los jóvenes y niños armaban los kioskos, trabajaban como vendedores y muchas otras actividades conexas con el mercado. terrenos que se habilitaban como estacionamiento, niños que cuidaban carros, entre otros. 
Hasta un poco antes de su desaparición, se hablaba de lugar turístico del municipio, por ser sitio obligatorio de turistas para visitar y comprar algo. Queda la autopista de un lado, y todo el que se dirigía a las playas, se estacionaban un rato, compraban algo y seguían a disfrutar de nuestro mar. 
Los de la ruta transporte de Rancho Grande que en la semana se negaban a cumplir la ruta interna de Tejerías, ese día se peleaban por trabajar todos a la zona, querían cubrir esa ruta, porque captaban muchos pasajeros en el terminal que se dirigían al mercado de Tejerías. El Mercado municipal interno de comida, tenía más vida, más movimiento en todo los aspectos. Y uno más o menos se había acostumbrado a los ciclos de compra más barato. Enero,segurito era un mes propio de muchas ofertas, y sí no era quincena, también se encontraban algunos artículos a precios mejorados. así que nos acostumbramos a todo lo que sucedía. 
Llegó un día un proyecto, un teleférico y el desalojo de los vendedores a otra zona de la ciudad. Cambió de nombre, ahora es el Mercado de Santa Rosa, por Santa Cruz. Pero cada vez que llegamos a Tejerías, queda en nuestro recuerdo que allí existió un excelente mercado de ropa, tipo persa, con fama nacional, orgullo de la ciudad.










martes, 26 de enero de 2016

Testigo del Porteñazo



La Torre de la Compañía  FREY C.O.   en la calle Urdaneta, testigo en sus paredes de la balacera que se produjo en El PORTEÑAZO el 2 de Junio de 1962...







GRACIAS POR EL APOYO/pasamos 10 mil visitas..


GRACIAS POR EL APOYO A MIPUERTOCABELLO2012.BLOGSPOT FOTOS CON HISTORIAS Y SIN ELLAS TAMBIEN. YA PASAMOS LAS 10.000 VISITAS. 
Después de un período de letargo, de no activar la información en nuestro blogspot, decidimos colocar algunas crónicas de la ciudad, fotos antiguas, hechos actuales, y ha gustado mucho. Gracias a su apoyo. Gracias al amor por la ciudad que mueve el motor de cada uno de nosotros.
Aqui estamos y aquí seguiremos. Dando lo mejor de nosotros por promocionar la ciudad que amamos.

AQUEL CARNAVAL/ ALI BRETT MARTINEZ/ FOTOS H. AVRIL/ REVISTA PUNTA BRAVA


Es una alegría recordar un poco como fueron nuestros Carnavales Porteños, el orgullo que teníamos de ellos,  y cómo dice la Nota de la revista Punta Brava, que está a continuación, que sería bueno leer: !OPORTUNIDADES PERDIDAS EN CREAR UN SIMBOLO ESPECIAL PARA LA ATRACCIÓN TURÍSTICA Y QUE OTROS LUGARES DEL PAIS ACERTADAMENTE HAN ROBUSTECIDO¡ comentario de los años 60 del siglo pasado.
 Aunque en mi época, los carnavales eran de otro estilo, no dejaron de ser buenos, los desfiles de las Carrozas que el Sábado y Lunes de carnaval se paseaban por las avenidas de Rancho Grande, tanto la Juan José Flores como la Bolívar, eran todo un espectáculo. Templetes en las calles, urbanizaciones y luego las famosas Gazetas donde llegaban los grupos bailables.  Muchas veces no teníamos agua, porque INOS, el hidrocentro de mi época, la cortaba para evitar que se desperdiciara. lo que hacián los porteños es tener llenos sus pipotes, sus pipas de metal, llenas para jugar con el preciado líquido. (como que hoy día no se puede hacer)
De resto disfrutabamos de unos carnavales sencillos, llenos de comparsas, carrozas, caramelos y papelillo. Y el martes se lo dejábamos a la Hamaca de San Millán.








fotos tomadas a la revista PUNTA BRAVA

lunes, 25 de enero de 2016

Algunos datos,Ingeniería Industrial de Venezuela

Es interesante saber, que Puerto Cabello, desde su fundación se ha destacado por su sitio estratégico y de Puerto. Donde se desarrollaron varias obras de Ingeniería Industrial de Venezuela, aquí unos datos de las obras que se realizaron en nuestra ciudad, aunque faltan otras.

1741: construcción del castillo de Puerto Cabello, a cargo de Juan Gayangos, siguiendo diseño de Juan Courten.
1760: Nicolás de Castro, oficial español de servicio en Caracas, es autorizado para establecer una Academia de Geometría y Fortificaciones, destinada a personal militar, que funciona hasta 1768. Cumpliendo una disposición real, la Compañía Guipuzcoana fabrica en Puerto Cabello un buque de 60 cañones.
1770: Miguel Marmión – que luego fue gobernador en la provincia de Guayana de 1785 a 1790 - concluye las obras de fortificación en Puerto Cabello.
1788: por encargo del gobierno provincial, se presenta lo que cabe considerar el primer diseño de ingeniería hidráulica en el país: un acueducto para Maracaibo; de ese proyecto no ejecutado se conservó un plano descriptivo, obra de un ingeniero anónimo, probablemente Francisco Jacot, que entonces vivía en esa ciudad. Jacot será, entre 1800 y 1810, Comandante del Cuerpo de Ingenieros, con asiento en Caracas, La Guaira, Puerto Cabello, Cumana, Barinas y Margarita; la Junta Suprema de 1810 lo ratificaría en ese cargo.
1848: se inauguran la carretera Valencia-Puerto Cabello (construida con novedades como los puentes colgantes de madera y la utilización de voladuras con pólvora)
1857: se inicia la construcción de la primera línea férrea venezolana, entre Puerto Cabello y El Palito, en Carabobo; entrará en servicio en 1864, pero al poco tiempo se paraliza.
1871: la Hispano-Venezolana, de Puerto Cabello, es la primera planta con maquinaria a vapor para procesar industrialmente café, cacao, arroz, maíz y azúcar.
1878: se abre la fábrica de jabón Las Llaves en Puerto Cabello.
1888: Apertura del ferrocarril Valencia-Puerto Cabello.
1896: Una empresa belga construye los muelles de Puerto Cabello, usando pilotes de concreto armado.
1904: circulan los primeros automóviles en Caracas y Puerto Cabello
1906: se establece en Puerto Cabello un astillero y dique flotante, bajo la dirección del jefe de la Armada, Román Delgado Chalbaud; allí se usó como mano de obra a reclutas y a los presos de la cárcel del Castillo, iniciando una práctica que se ampliará con brutalidad durante la tiranía de J.V. Gómez.
1910: Se abre en Puerto Cabello la Venezuela Meat Co. Ltda., que produce carne congelada, aceite, grasas y cueros curtidos para la exportación, en lo que resultaba la principal inversión manufacturera británica en el país hasta entonces.
Entra en servicio el guardacostas «29 de Enero», construido por la Armada en el astillero de Puerto Cabello.
1912: En funciones la Escuela de Ingenieros de la Armada, anexa a la Escuela Naval de Venezuela con sede en Puerto Cabello.


Conocí el QUIMBOMBO


En el encuentro del viernes, de Puerto Cabello en épocas, Parque Temático, pude disfrutar de una comida que no había probado nunca. Colocado en una vasija de barro, me mostraron un detalle gastronómico, QUIMBOMBO. Me comentaba Elvis López que era un plato típico de la ciudad, de la zona de Borburata y de verdad, aunque había escuchado algo del quimbombo, no sabía nada de el y menos que estaba incluido en nuestra gastronomía. Lo probé, lo prepraron con cerdo, algo parecido a un antipasto y quedó muy bueno. Aunque investigando, lo tradicional aquí es la sopa de Quimbombo, famosa nacional e internacionalmente. a continuación una reseña del quimbombo, con unos conceptos y unas apreciaciones de expertos en cocina en un reportaje que salió en EL UNIVERSAL.

Aqui una reseña que es el Quimbombo:

El quimbombó es de origen africano. Se trajo a América, donde es muy cultivada, tanto en las islas del Caribe como en los estados negros del Sur de Estados Unidos. Es un alimento fundamental en la gastronomía afroamericana. Su fruto, alargado, estriado y gelatinoso se utiliza mucho en los guisos de las cocinas caribeña, creole, cajun y brasileña. E igualmente se utiliza en la cocina griega, apareciendo Grecia como uno de los grandes productores y exportadores del producto.

En nuestro país existe en la tradición de la cocina de Puerto Cabello la sopa porteña o sopa de quimbombó y en el oriente suele agregársele a la sopa de pescado tradicional.



EL UNIVERSAL
ANIVERSARIO 106 | Carabobo 
Los carabobeños esconden sus mejores recetas

 Las recetas carabobeñas han permanecido ocultas desde la época colonial. Son preparaciones derivadas del sincretismo cultural de una sociedad que ha estado abierta al mar por lo que a sus tierras llegaron extranjeros cargados con sus sabores e ingredientes que se incorporaron a los fogones de ese provincia, protagonista de la historia nacional. 
Un misterioso azar provocó que las más exquisitas recetas del prolífico sincretismo gastronómico carabobeño hayan permanecido ocultas, desde la época colonial, en baúles y en la inexpugnable memoria de renuentes cocineros que parecieran integrar una hermandad secreta. Incursionar dentro de ese gueto culinario ha sido una titánica tarea que durante casi dos décadas condujeron a Zoraida Barrios y Rafael Cartay hasta el corazón de los más fértiles fogones de la geografía regional. Ambos investigadores tras vencer las atípicas reticencias lograron compilar y mostrar los platos insignias de Carabobo bañados con aromas de comino y laurel que estuvieron condenados al olvido. 
Barrios y Cartay tras hurgar en los braseros lograron desempolvar ese sigilo que acompañaba la elaboración de la Sopa de Quimbombó, el Pargo Preñado de Patanemo, el Mero de Borburata, el Quesito Valenciano, la polenta montalbanense y el Majarete de Naranja de Montalbán, entre otros. Estas confidenciales preparaciones se encuentran compendiadas en el libro denominado "El Paisaje en la olla. Cocina y gastronomía de Carabobo". Zoraida Barrios, devenida en arqueóloga de estufas, cuenta que cuando arribó a Valencia, hace 18 años, proveniente de Caracas, no pudo encontrar algún recetario y al preguntar por la gastronomía carabobeña le dijeron que no había. Desde entonces se dispuso a esculcar debajo del tizne adherido en añejas vasijas que ocultan la mina que pertenece al acervo cultural carabobeño. En la época colonial africanos, españoles, alemanes, franceses, italianos e incluso rusos trajeron consigo sus vegetales, animales e ingredientes para conformar un singular maridaje junto con el maíz, planta sagrada de los indios Tacarigua, cuyos guisos hoy perduran frente a la vorágine de los enlatados.

 Zoraida Barrios, directora de "Laurus, Instituto de Estudios Culinarios" explica que en Borburata donde estuvo anclado el puerto más importante de la región, hubo un desarrollo gastronómico significativo, pues en su periferia se establecieron haciendas donde se elaboraban tostoncitos para la exportación. Allí también comenzó la producción del primer ron de los carabobeños conocido como "Cachirí". Dentro de la dulcería local ocupa un lugar preponderante el denominado "Pasa Rabia", destinado a los niños furiosos, el cual se elabora con batata, leche de coco y papelón. Las viejas cocineras de esas desaparecidas plantaciones se encargaron de preservar platos típicos de la zona como el Quimbombó Porteño, una sopa nacida en Puerto Cabello que contiene quimbombó (fruto originario de África), repollo, pollo desmechado, vinagre, aceite, tomate y perejil. Barrios sostiene que el plato insignia de la hermosa bahía de Patanemo es el Pargo Preñado de Patanemo que se confecciona con una salsa de camarones y calamares que luego se rellena con el pargo una vez sofrito. Se acompaña con tostones y ensalada de repollo y zanahoria. El Funche aliñado es otra joya de la cocina porteña; un delicioso plato que se realiza con harina de maíz amarillo, trozos de jamón, perejil, cilantro, ajo y aceite. 
En Conoabito, municipio Juan José Mora, la gastronomía parece haberse estancado, según Zoraida Barrios, pues sus pesquisas no realizaron hallazgos significativos. Sin embargo, Canoabo se caracteriza por una arraigada cocina aunque los lugareños no comparten las recetas con nadie. Allí sus estandartes culinarios son el Guiso de carne de Canoabo, el Potaje de cordero, la Polenta y el majarete de naranja de Montalbán. En la parroquia Aguirre del municipio Montalbán sus habitantes muestran con orgullo el Asado negro de Aguirre, cuyo sabor es completamente diferente al de otras preparaciones similares. En el municipio Miranda destaca el Lomo de cerdo de Miranda que se deslinda de otros porque contiene flores de naranja. En el municipio Bejuma sus lugareños se ufanan de las arepas de maíz pilado selladas sobre una plancha calentada a la leña para luego posarlas sobre la brasa. Tras abombarse suelen rellenarse con huevos, sardinas y frito (asaduras o vísceras de res). 

EL QUESITO DE VALENCIA En la zona de Tocuyito, municipio Libertador, los platos típicos se encuentran ausentes, pero al llegar a la capital carabobeña sus habitantes lucen como bandera una particular polvorosa de pollo, diferente al resto de sus hermanas porque en lugar de ser dulce es salada. Se prepara con harina de trigo y se rellena con guiso de pollo y cerdo. El Quesito Valenciano también compite por un sitial de honor, pues sobrevivió a la colonia. Este se prepara con pimentones y cebollas que se sofríen en mantequilla para luego agregarle queso blanco rallado y leche. Luego se refrigera hasta el momento de servir. La sopa de hueso claro y el pastel de fiambre de pavo son otros dos platos representativos de Valencia. En Güigüe, municipio Carlos Arvelo, la cocina se fundamenta en carne de cerdo,morcillas y chorizos. Las caraotas de Belén causan sensación pues se elaborancon batatas doradas en mantequilla y azúcar. La bandera de Naguanagua la conforma el llamado Asado Colonial. Sus cocineras se reivindican el origen de esta preparación que es diferente al Asado negro caraqueño y se dice que el libertador Simón Bolívar tuvo la oportunidad de degustarlo en una cena con oficiales de su ejército en su paso por Carabobo. La investigación de Barrios también indica que la Sopa de Cruzado también tiene su origen en esta región y que con ella se alimentaba a las tropas libertadoras. Los municipios San Joaquín, Guacara y Diego Ibarra poco han aportado al patrimonio gastronómico carabobeño, excepto las conocidas panelas de San Joaquín.

miércoles, 20 de enero de 2016

Tira un Bolívar, yo lo busco




FOTOS DE JHOAN ULLOA




Cada vez que nos acercamos a la Planchita, allá al final de lo que conocemos el Malecón de Puerto Cabello, allí donde se toman los bongos para pasar al castillo de San Felipe o a la Base Naval  de la Ciudad, allí nos encontramos siempre con un grupo de jóvenes, cuyo hobby, interés o pasión es lanzarse al mar, desde la cerca de cemento con la intención sí de buscar alguna moneda. moneda que hemos lanzado nosotros. Ultimamente lanzamos algún objeto pequeño de metal, por la escasez de monedas, pero igual su intención es demostrar su capacidad de búsqueda del mismo en el fondo del mar, sin usar caretas ni nada. Y ciertamente encuentran la pieza de metal a donde la lances, Claro después te piden para los refrescos, Pero es una tradición que tiene años en la ciudad y es propio hasta de los sitios turísticos donde existen playas o ríos y algún lugar cercano desde donde lanzarse. Hemos visto en ciudades e islas del caribe, mexico, brasil y otros sitios que ocurre algo parecido y en algunos casos como México con proyección turística, Los jóvenes en su mayoría son de la zona histórica o zonas cercanas, otros son estudiantes de liceos cercanos, que después de salir de clases, van allá un rato a darse un baño y hacer piruetas en el aire para caer al mar, Lo cierto es que disfrutamos de este pequeña actividad la cual también se ha convertido en atractivo para algunos fotógrafos que buscan captar una vuelta, una entrada al mar con sus lentes y dejar estático en el tiempo un momento de recreación, creatividad y hasta lucrativo para ellos.  Muchos de los jóvenes, tienen además un sentido de pertenencia y conciencia con su espacio, limpian la zona de alguna basura plástica sobre todo. Hay grupos en la mañana, al medio día y en la tarde, dependiendo de sus horarios de estudio.  Yo sigo pasando de vez en cuando, los veo un rato, aporto algo para los refrescos, veo desde lejos, me aparto para darles más espacio y disfruto de el arte de lanzarse al mar.

Guido Libetti/2016

lunes, 18 de enero de 2016

La Plaza Batea


En justicia su nombre debería ser Plaza Valbuena, en recuerdo al

 médico Paulino Valbuena quien tenía su casa colindante en ese

 lugar. Eran los tiempos en que estaba abierta al mar, separada sólo

 por las agrietadas murallas, que artilladas en la colonia defendían

 al Puerto.

El extraño nombre de Plaza Batea provino del humor de algún

 vecino, pues cuando la hicieron se limitaron a construirla 

encerrando los árboles. Era como una batea, y de allí se generalizó

 el nombre con la cual la conocimos en la época
.
Fue en el año de 1933, cuando las modificaciones urbanísticas

 tuvieron lugar, celebrando el 5 de julio con la erección de un

 pequeño obelisco en la plaza colindante. Al acto me tocó asistir.

Calle y altas barandas formaban aquel escenario abierto conocido

 con el nombre de La Muralla. Dos torres de hierro como alzadas

 hacia el cielo, sostenían la antena de la radio que inalámbrica

 comunicaba al Puerto con el resto del mundo. Abajo junto al mar,

 en la caseta laboraba el experto. Hoy todo ha cambiado con la

 construcción del conocido Malecón, ¡Desapareció todo! También

 los restos artillados que emplazados en la orilla, defendían la 

entrada de piratas y corsarios

En el ángulo Sur buscando la Plaza Bolívar, en pie estuvieron los 

restos del Fortín de la Princesa; que fue realmente el tomado por

 asalto a retaguardia, cuando los patriotas decidieron la suerte del

 Puerto. No el Castillo Libertador como ingenuamente se cree, pues

 éste se rindió días después una vez firmada la Capitulación del

 último Capitán General español. Esa punta en el mar, fue el último

 pedazo de tierra firme, posesión del Rey de España en estas tierras

 de América
.

Tomado del Libro Hadas Brujas y Duendes de Puerto Cabello,

 propiedad intelectual de Adolfo Aristeguieta Gramcko



La Plaza Bruzual/ ¿Donde estaba ubicada?





"Que sepa y hasta que algún porteño más viejo me

 corrija, para aquellos tiempos fue la más nueva del 

lugar. Arboles traídos por el río tuvieron la suerte de

 un crecer silvestre de modo natural. Estaban altos,

 hechos y torcidos, cuando se decidió cercarla

 dotándola de columpios y subibajas, para goce de

 sus visitantes infantiles

Al frente la playa, y no lejos la Casa de Corrección

 interponiéndose en el camino hacia el Mercado.

 También al Norte la fábrica de Kola "D", de los 

hermanos D'Arago; y un botiquín de malos trag


os, que poco a poco dio paso aun restaurante de

 rango, que ha dado fama al lugar. Desde la Plaza la

 vista hacía la extensa bahía era espléndida, 

asomando lejos la punta prominente

 delCastillo Libertador y más atrás, el Faro de Punta 

Brava.

Al Sur, empinado, miraba ei balcón del Colegio

 Evangélico, donde partía la cajle Carabobo que

paralela a la de Valencia se perdía en los cerros.


La Plaza Bruzual era la Plaza de playa, con su sus

 botes y sus olas, sus pescadores y sus redes; toda

 una estampa del pasado que es difícil olvidar.

  • ¡Qué bellos crepúsculos nos mostraba cuando el

  •  sol poniente rielaba sus rayos rutilantes en la

  •  superficie del mar."


Tomado del Libro Hadas Brujas y Duendes de Puerto

 Cabello, propiedad intelectual de Adolfo Aristeguieta

 Gramcko







domingo, 17 de enero de 2016

San Esteban/algo de su río


EN EL PROLOGO-


   Durante siglos donó el río de San Esteban al valle de su nombre vida y muerte: alegres cascadas y pozos invitan a tomar un baño, el incesable correr de aguas mansas, cristalinas, orquestan un alegre murmullo, que en ocasiones de lluvias fuertes se convierte en río salvaje que sale de sus cauces, arrasando todo lo que se le atraviesa a su impetuoso flujo y llevando consigo los pertrechos del descuido humano.También aquí, como en otras partes, el hombre abusaba y abusa de la generosidad de la naturaleza y se proveía, sin mayores preocupaciones, de los espléndidos recursos de ella. El rio San Esteban era fuente de agua y frescura para su pueblo, y objeto de poemas y cantos a su hermosura, pero cuando el Puerto precisaba de agua y las casas e industrias requerían del líquido para poder vivir y trabajar, el río tuvo que morir: se construyeron en diferentes épocas diversas tomas de agua, largos canales y tuberías y río abajo no se le dejaron sino unas gotas que a la gente no le permitieron más disfrutar de sus aguas para sus baños acostumbrados. Al pueblo de San Esteban le llega el agua desde la toma por un pequeño tubo que a veces no alcanza satisfacer la demanda de todos.Río San Esteban 
   Hoy en día, para tomar un baño, hay que subir aguas arriba hasta por encima de la "toma nueva" para encontrar los sitios, donde el río en su correr descansa un ratito en unos pozos lindos y frecuentados por pobladores y visitantes.Es un deseo de la comunidad que, cuando lo permita el caudal del río, se abran las compuertas en la toma dejando que con su impetuosidad natural las aguas limpien su lecho y rellenen los pozos tan añorados por los bañistas.Río San Esteban 2 El amplio valle de San Esteban, que se abre en la parte baja, prestó sus fértiles tierras a que, primero laboriosos colonos y luego grandes terratenientes, sembraran allí sus plantaciones de café y cacao. Los potentes hacendados hicieron a los hombres trabajar para ellos, y éstos multiplicados en su afán de procrearse, invadieron el valle, cuando se presentó una coyuntura política conveniente, y crearon la situación actual e irreversible, erradicando bosques y campos.
    Así se generó lo que hoy se llama "Valle Verde".Pasó lo mismo que en el mundo entero (compárese Alemania Oriental o la Unión Soviética) que bajo el pretexto de una conciencia social, se confunden entre complacencias de efectos monetarios y una planificación inteligente, que sabe medir y solucionar los anhelos sociales con las necesidades de un desarrollo equilibrado, con visión hacia el futuro.Y lo del río se reflejó en el pueblo: acostumbrado a una vida apacible, pero siempre laboriosa, el acontecer de fiestas campestres y alegres encuentros de sus moradores, hoy la apacibilidad cedió a la letargia como si la gente, enjaulada entre la belleza de la exuberante naturaleza, esperaba el principe para sacarla de sus sueños y abrirle el paso a un nuevo futuro.Hoy, San Esteban es sitio de retiro y refugio de personas mayores y lugar de descanso de muchos que trabajan en otros sitios pero regresan en las tardes a sus casas. 
    Hay unos tallercitos de reparación para carros y neveras, pero San Esteban aspira con ansiedad un nuevo arranque para el futuro, que bien comienza a manifestarse a través de instituciones educacionales como Hogares Crea, artesanales como el nuevo proyecto "Taller Artesanal San Esteban" y el Museo "Antón Góring" y, desde luego actividades turísticas dirigidas que permitan a los visitantes conocer el pueblo, su historia y disfrutar de las bellezas naturales.

Tomado del Libro San Esteban, Remembranzas, Sosiego y Reverdecer, propiedad intelectual de Hanns Dieter

sábado, 16 de enero de 2016

El Cronista en Venezuela-




El Cronista en Venezuela

Descripción: Correo electrónico

Ponencia presentada por Wilfredo Bolívar, Cronista de Araure y Presidente de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela (ANCOV) en el Seminario-Foro "Archiveros y Cronistas en el Quehacer Histórico Regional"
Mérida, 21 de febrero del 2002
Etimología y oficio

Cronista, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (1970, p. 380), en una primera acepción etimológica es todo "autor de una crónica o el que tiene por oficio escribirlas"; y en una segunda: "empleo de cronista". En el mismo orden literal, crónica, del griego cronos (tiempo) alude a los "libros en que se refieren los sucesos por orden del tiempo" o "historia en que se observa el orden de los tiempos". 

Atenidos al concepto meramente etimológico, la Academia solo parece reducir la labor del cronista al oficio de escribir crónicas, es decir relatar en orden cronológico los sucesos y menudencias de carácter histórico. Es obvio que la Real Academia hable del cronista como empleo del que relata, porque ello retrotrae al carácter y oficio de relator o registrador de sucesos que en tiempos de la conquista y colonización española tuvo en América el encargado por la corona para registrar los acontecimientos desconocidos para el Viejo Mundo. La descripción en dibujos y palabras, de los acontecimientos relevantes o no de la ocupación territorial de un nuevo continente, hasta de las cosas más menudas, marcó sin duda el rango de registrador que tuvo en sus orígenes la misión de los famosos Cronistas de Indias, es decir aquellos empleados del rey que trasladaron, de uno a otro continente, lo nuevo de un mundo desconocido -y en igual medida- lo desconocido de un mundo por conocer.


El "Cronista Oficial"

Según el investigador español Manuel Jofef de Ayala ("Los Cronistas de Indias", Cuadernos ANCOV, N° 1, p. 6) el antecedente más antiguo que se conoce como la ocupación del cargo de Cronista como oficio, reside en la petición que el 18 de agosto de 1532, Gonzalo Fernández de Oviedo hizo al Consejo de Indias para que se le concediese una ayuda económica para recopilar "colecciones y materiales" para ser publicadas al servicio de la crónica del Nuevo Mundo. Así se convirtió Fernández de Oviedo en el "primer cronista oficial de Indias"; honrado en 1533 por Carlos V como "Cronista Mayor de las Indias". 

Posteriormente y en orden sucesivo continuaron en la misión de Fernández de Oviedo los primeros Cronistas de Indias: Juan Cristóbal Calvete de la Estrada, Juan López de Velasco, Antonio Herrera, Luis Tribaldos de Toledo, Tomás Tamayo de Vargas, Gil González Dávila, Antonio de León Pinelo, Antonio de Solis, Pedro Fernández de Pulgar y Miguel Herrera de Espeleta. Los estudios históricos han demostrado el aporte de los Cronistas de Indias para la comprensión -aún hoy en día aparentemente lejano de legajos y pergaminos- de lo que todavía seguimos indagando en base al origen de lo que somos como sociedad.

Este carácter oficial del Cronista como "empleo", más que como oficio, dejaría en evidencia, por lo menos en Venezuela, la pertinencia, la necesidad y utilidad que en el tiempo adquirió para el Gobierno Municipal la designación de una especie de historiador local que registrase la pequeña historia de la localidad. Fue entonces la Municipalidad de Caracas, el 15 de enero de 1945, la primera corporación del siglo XX en nombrar por Ordenanza a Enrique Bernardo Núñez como el primer "Cronista Oficial de Ciudad". El desaparecido autor de "Cubagua" y "La Ciudad de los Techos Rojos" nació en Valencia el 20 de mayo de 1895 y murió en Caracas el 1 de octubre de 1964, y en honor a su fecha de nacimiento se celebra en Venezuela el "Día del Cronista".

El ejemplo de este nombramiento lo seguirían las municipalidades de Mérida, San Cristóbal, Valera, Boconó, Trujillo, Maracay, Puerto Cabello, Barquisimeto, Cumaná, Porlamar, San Felipe, Churugurara, San Carlos, Valencia, Maracaibo, Barcelona, Barinas, Petare y Araure. Los cronistas de cada una de estas ciudades, por iniciativa del desaparecido Cronista de Valencia, don Alfonso Marín, se reunieron en esta ciudad entre el 23 y el 25 de marzo de 1968, en la "I Convención de Cronistas", evento que dio origen a la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Ciudades de Venezuela, la cual dictó la llamada "Carta de Valencia".

La "Carta de Valencia", especie de decálogo de principios, marca con extraordinaria vigencia la misión y bases doctrinales del oficio del Cronista dentro la estructura del Gobierno Municipal en Venezuela. Veinte años después, en 1985, la Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM) sancionó por vez primera en la jurisprudencia nacional la obligatoriedad de que cada municipalidad nombrase un Cronista. El artículo 187 de la vigente ley así lo señala: "En cada municipio habrá un cronista, cuyas funciones y requisitos de idoneidad para el ejercicio del cargo se establecerán en la Ordenanza". 


De Cronista de Ciudad a Cronista Municipal

El establecimiento de la figura del Cronista en la jurisprudencia venezolana, de alguna manera marcó un cambio en el enfoque de la labor que antes venía desempeñando. De "Cronista Oficial de Ciudad" el historiador local se convirtió en historiador de un municipio, ampliando de alguna manera su radio de acción, y creando, de alguna manera determinadas limitaciones si el ente municipal no asumiese que el éxito de su labor depende en gran medida en las condiciones más favorables a su condición de historiador municipal.

Todavía son muchas las municipalidades que no han dado cumplimiento al artículo 187 de la LORM, nombrando sus cronistas respectivos. En otros casos algunas corporaciones han mal entendido su misión, considerándolo cargo honorífico, con  escasos sueldos, o en el peor de los casos con aportes que no dignifican su labor dentro de la estructura municipal.

Por otro lado, la conversión por ley del Cronista de Ciudad en Cronista Municipal ha cambiado la dinámica de su propia misión. Siendo la función del cronista la de investigador y divulgador de la micro historia o historia municipal, el Cronista Municipal ha tenido que ampliar el horizonte y ámbito de sus operaciones. En este sentido, los nuevos estatutos de la Asociación Nacional de Cronistas han permitido, con modelos exitosos en algunas regiones de Venezuela la creación de "Cronistas Parroquiales", quienes han fortalecido la labor del cronista al convertirse en equipos multidisciplinarios que aborden, ya no la sola historia de la ciudad sino de todo un municipio.

El Cronista Oficial del Municipio, ya no se limita solo al mero hecho investigativo documental, hemerográfico y de la tradición oral sino que, se ha visto obligado a convertirse en una especie de asesor municipal en materias que antes no parecían de su competencia, tales como planeamiento urbano, aspectos catastrales, medio ambiente, patrimonio cultural, asesor jurídico ante los departamentos de sindicatura municipal, oficinas de proyectos y otras instancias del gobierno municipal donde el conocimiento del pasado de la urbe es necesario para la Planificación del Municipio.

Desafortunadamente, son muchas las Corporaciones Edilicias y Alcaldías Municipales, que no han correspondido en igual medida, con esta ampliación de funciones de los Cronistas.

Dentro de la estructura del Gobierno Municipal el Cronista Municipal debe ser considerado con rango de dirección, contar con un presupuesto digno a su misión multidisciplinaria, disponer de recursos humanos y financieros para desempeñar sus funciones, espacio físico y asignación de personal ligado a su papel dentro de la vida municipal (asistentes de investigación, fotógrafos, archivistas, referencistas bibliográficos) y personal preparado en la conservación de materiales ligados a la reconstrucción de la historia municipal (hemerografía, archivos verticales con temas de interés local, grabaciones magnetofónicas de testimonios orales y de valor patrimonial y tradicional, videos y sistemas modernos) que le permita acceder y hacer que los ciudadanos convertidos en usuarios de sus resultados tengan igual acceso a la abundante información que de manera instantánea se produce en un mundo de comunicación cambiante. Dicho en otras palabras, la propia dinámica de la labor del cronista en Venezuela, ha dejado de convertirlo en el "hombre que contaba historias", para transformarlo en un "profesional de la reconstrucción histórica" en beneficio del destino de la ciudad y el municipio valiéndose de su conocimiento del pasado de la urbe y de sus hombres.


Perfil del Cronista

Según la ley, la designación del cronista debe estar establecida en la ordenanza. Y es natural que así suceda, puesto que cada municipio posee sus propias realidades, las cuales condicionan o califican el perfil de los cronistas en los diferentes municipios de Venezuela. 

De esta disparidad de realidades en las entidades municipales, deviene el perfil del cronista para cada comunidad. Ello explica el requisito de que para ser un cronista, el mismo no deba corresponder exclusivamente a parámetros de formación académica.

Es necesario que cada municipio nombre a su cronista por concurso de credenciales acordes a las realidades de cada municipalidad. Por ello debe quedar claro que el cronista, no necesariamente tenga que ser un historiador egresado con rangos académicos, lo que no significa igualmente que capacitados historiadores no hayan actuado como excelentes cronistas municipales. 

Más que un profesional de la historia, los municipios necesitan hombres que tengan interés por la elaboración de la historia de sus pueblos. La experiencia ha demostrado que ser cronista exige, más que una gran "preparación", una inmensa "devoción" por la investigación, divulgación y defensa de la pequeña historia, el patrimonio, la ciudad y el municipio. De allí que los cronistas estén obligados a escribir y defender la historia del municipio (la pequeña historia), y no diluir su labor en repetir los vínculos de sus comunidades con la historiografía oficial (la gran historia). El cronista no debe perder su objetivo de escribir la historia local, más aún la historia municipal.

Lo anteriormente dicho explica la multiplicidad y variedad del perfil del cronista en Venezuela. En la actualidad, en una membresía que alcanza aproximadamente unos 250 cronistas en todo el país, los existe carpinteros, barberos, maestros jubilados, artistas plásticos, autodidactas de la historia, archiveros; así como egresados de las escuelas de historia, doctores en historia, antropólogos, magister y calificados profesionales ligados a las competencias del cronista. Lo que debe quedar claro es que los cronistas no están obligados a ser historiadores propiamente dichos, sino historiógrafos o relatores y registradores del presente, es decir, no perder la esencia de su misión la cual consiste en escribir la verdadera crónica de los hechos del presente. Es necesario recalcar esta afirmación, puesto que suele desdeñarse a veces el carácter autodidacta de muchos cronistas, por el simple hecho de no ser un egresado universitario.

Contrario a lo que pudiera creerse, para ser cronista, la experiencia ha demostrado que es más valida la devoción que laerudición, en defensa de los pueblos, ciudades y municipios.



Los retos de un nuevo Cronista

No obstante las anteriores consideraciones, entendiendo el nuevo papel del Cronista dentro de la estructura municipal, en los últimos diez años la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela (ANCOV) ha emprendido algunas acciones tendentes a la modernización y actualización de la misión y funciones del Cronista. Entre las más importantes destacan:

1.-  Publicación del "Libro de los Cronistas de Venezuela", contentivo de la verdadera historia de los municipios, partiendo de un enfoque menos piramidal, es decir la historia contada desde un enfoque particular, enmarcando la micro-historia de la ciudad y el municipio, en confrontación con el enfoque tradicional de la historia oficial. Se ha publicado un primer tomo, y se prepara la publicación de un segundo para completar los 333 municipios de Venezuela. 

2.- Creación de la colección "Cuadernos de los Cronistas de Venezuela", en un intento por recopilar materiales ligados a la propia competencia del oficio, para su mejor conocimiento y desempeño de sus funciones. Se han publicado dos números: "Los Cronistas de Indias" y el "Régimen Legal del Cronista.

3.- Firma de convenios inter-institucionales con organismos ligados al interés de comunes competencias. Entre los tres más importantes destacan los suscritos con la Federación de Ateneos de Venezuela, FUNDACOMUN para la elaboración de modelos de "Ordenanzas de Cronistas Municipales",y firma de convenios con el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) para el fortalecimiento de una red nacional "ad honorem" en defensa del patrimonio cultural tangible e intangible del país.

4.- Creación, elaboración y diseño, por convenio con la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), núcleo Carabobo, de un "Curso de Actualización del Cronista". Este curso de extensión, con créditos universitarios aborda materias como paleografía, heráldica, técnicas de investigación, archivo, patrimonio cultural, legislación cultural, dinámicas de grupo, medio ambiente y nuevas tendencias en tecnología informática.

5.- Introducción ante la Asamblea Nacional de una propuesta de actualización de la figura del Cronista en el marco de la nueva Ley Orgánica de Régimen Municipal, que dignifique y valorice en su justa medida como funcionario público, la utilidad del Cronista Municipal para el éxito de la gestión de los gobiernos locales.


Misión y Visión: Permanencia en el tiempo

La validación ante la jurisprudencia venezolana de la figura del "Cronista Oficial" después del nombramiento de Enrique Bernardo Núñez en 1945, ha demostrado por más de medio siglo la utilidad del cronista para la estructura y el mejor funcionamiento del gobierno municipal.

La planificación de la ciudad y el municipio no se puede entender, sin la participación y el concurso del Cronista. El Cronista ha dejado de ser un "contador de historias" para convertirse en un "actor" del destino y futuro de su propio municipio. Modelos exitosos en algunas municipalidades del país, han demostrado que el Cronista puede ser sin duda y ha venido siendo un asesor permanente de las diferentes dependencias y departamento del gobierno municipal. ¿Quién mejor que el Cronista para conocer de tradición documental en los departamentos de Sindicatura y Catastro?, ¿Quién para asesorar en políticas de conservación arquitectónica de bines inmuebles de interés patrimonial?, ¿Quién para generar y propiciar políticas ligadas a la concientización sobre medio ambiente y conservación de monumentos naturales?.

Lejos de la concepción meramente etimológica, el cronista ya no solo escribe la crónica sino que se convierte en protagonista de la propia historia que habrá de escribir. El cronista anuncia y denuncia, recopila y compila, describe los hechos consumados y previene entuertos en el destino de los hombres y la comunidad a la que pertenece.

De esta magnitud de funciones deriva la tradición del considerar al cronista con carácter vitalicio, catalogación que entraría en riña con el derecho de jubilación que como funcionario público merece el cronista, después de haber dado toda una vida a un pueblo, ciudad o municipio. Más ajustado al beneficio de las municipalidades, el concepto de "vitalicio" ha venido transformándose por el de un cargo de carácter "permanente". ¿Por qué?. Porque la función y misión del cronista, por su carácter de investigador de una secuencias de sucesos históricos y presentes se circunscribe a una labor de continuidad en el tiempo. De ello deriva en la anomalía en la que la que han incurrido algunas y muy escasas municipalidades al destituir al cronista. El cargo de un Cronista no es, no debe ser,  un "cargo de confianza" de una administración en particular, que pueda ser removido cada tres años. Por el contrario, el cargo de cronista debe ser un cargo que merezca la confianza y permanencia en el tiempo de la ciudad y los ciudadanos a quienes se debe. La inamovilidad de un cronista solo podría justificarse al incumplimiento o faltas a su misión como "historiador" de su entidad. No conviene, por tanto, que los cronistas sean destituidos, porque ello rompería con su labor de seguimiento y pesquisa de la investigación de la historia municipal, tarea no menos ardua para un solo hombre en un pais con antecedentes antropológicos que alcanzan los 16.000 años.