“Solo sé que no se nada y, al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada”. De Platón y Sócrates.
Así cómo esta frase de
Sócrates, recogida por Platón, quedé ayer después de escuchar las ponencias del
Profesor Carlos Parra y el Dr José Alfredo Sabatino P., en el Taller de
Redacción: Crónicas Históricas Porteñas, auspiciado y dictado en las
instalaciones de la Cámara de Comercio de Puerto Cabello.
Eran cerca de las 10 am, y
en el Salón de reuniones de la mencionada Cámara de Comercio, comenzaba a
llegar los participantes del taller de redacción, que se habían inscrito y
otros que no, pero esperaban una oportunidad de entrar, si por algún motivo
faltaba alguien.
Caras conocidas, amigos,
colegas y otros que entran en la clasificación de nuevos conocidos.
Periodistas, Abogados, Profesores, Maestras, Músicos, el Cronista de la Ciudad
entre otros, conformaban este grupo de personas ávidos de aprender, de
alimentar sus neuronas con técnicas, detalles, sugerencias, apreciaciones, que
puedan salir del Taller de redacción : Crónicas Históricas Porteñas.
Comenzamos. Hizo su
presentación el Profesor Carlos Parra, quién explicó a través de unas láminas
de papel bond, con conceptos escritos, clasificaciones, consejos y demás sobre
Crónicas, llegando a la Crónica Histórica. Lo más interesante de la ponencia
del profesor Carlos Parra, su capacidad de enseñar a través de tips, la
gramática castellana, entre ejemplos claros de errores que cometemos a diario,
su debida corrección y risas, se nos fue el tiempo pautado. Consejos muy
útiles, a la hora de redactar cerró la exposición de Carlos y para este momento
me daría terror presentar algún escrito al Profesor, porque me di cuenta de mis
fallas, que siempre he reconocido y trato en lo posible de corregir.
Tuvimos un receso, el
profesor Carlos nos invitó a pasar a un Coffee-Break, un pitiyanquismo que al
mismo no le gusta, no le gusta esas palabras, y salimos. No había Coffee, ni nada aún, pero si pudimos
estirar un poco las piernas, compartir y saludar con algunos amigos que
llegaron pasada la hora, y soltar la lengua para comentar de técnicas, crónicas
y otros detalles, de tomarnos algunas fotos y de hablar a voz baja de algunos
acontecimientos que ocurrían en la ciudad, paralelo al taller. Volvimos al salón
con las mismas ganas que teníamos de un café, instalaron una computadora, un
video-beam y era la hora de comenzar la ponencia el Dr José Alfredo Sabatino.
Comenzó Pepe a dar su
ponencia sobre Fuentes Históricas, para realizar una mejor Crónica, que apunte
a la verdad, al rescate del hecho histórico (palabras que se me van quedando
fijas, en mi memoria) Habló de algunos conceptos, de algunos escritores, de
unos tips históricos, aclaraciones y demás, nos llevó en un excelente recorrido
a todas las fuentes históricas, escritas y no escritas, de las que podemos echar manos y comenzar una
verdadera investigación. Una cosa aclaró Pepe, que él no es un historiador,
sino un investigador, obsesivo que raya en lo enfermizo, pero un investigador y
realmente a través de su exposición lo demostró. Nos dio sitios específicos
donde ir, catálogos que utilizar, libros por donde iniciar y hasta direcciones
en la web y otras redes sociales, incluyendo el gran portal de Facebook que el
lleva llamado MEMORABILIA PORTEÑA, que tiene una gran importancia y función en
pro del rescate de la memoria histórica de la Ciudad Porteña.
Se dieron algunas
intervenciones de participantes, alguna polémica amena en cuanto a detalles
históricos, y pasado una rato Pepe anunció, nuevamente un Coffee-break, salimos esperanzados y si conseguimos algo
para picar, tomar, un tente en pie, como dijo alguien, allí, sí, entre un café,
un jugo, una pizza o simplemente agua se dieron otros debates, más fotos con
los ponentes, más conversaciones entre amigos y terminé saludando a otros, que
no habían llegado tarde, pero fue imposible saludar en el primer receso.
Volvimos al salón y si ya la
explicación de las Fuentes Históricas, fue más detallada, más explícita, yo
quería escribir todo, cada palabra pronunciada de la boca de Pepe, pero luego
nos dijo que nos pasaría el material por correo electrónico y allí descanse la
mano, me dedique libremente a escuchar.
Terminaron las ponencias las ponencias, se rifaron unos libros, aplausos
y una gran foto final.
Un grupo nos dirigimos luego
a los espacios de la Biblioteca de la Cámara de Comercio, donde se pondrá a
disposición una serie de libros de historias de Puerto Cabello, para realizar
Crónicas o comenzar a escribir algo con veracidad, documentación y menos
subjetividad.
Nos quedamos picados, con
ganas de más talleres, pero nos dieron una buena noticia, que no sólo estábamos
allí para escuchar, aprender, sino además para poner en práctica lo aprendido,
así que nos dijeron que hiciéramos una crónica, en un máximo de 30 días y la
presentáramos. Iban a buscar una premiación y otros detalles. Pero lo más
importante, claro, lo sabemos, es hacer la Crónica. Ojala todos podamos hacer
una, sería maravilloso, que los 40 participantes lo hiciéramos. 40 nuevas
crónicas. Excelente.
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