viernes, 24 de junio de 2016

Borburta y su Fiesta: SAN JUAN...



BORBURATA y su fiesta. Los Sanjuaneros elaboran su

propio programa. Algo autóctono en la expresión

 folklórica. Aunque desde Barlovento transitado por

todas las Costas hasta Coro, quedó el producto de la siembra negroide, en 

Borburata la tradición se

contorsiona. Se deforma buscando rutas diferentes

 acercándose a pasos agigantados a la concepción

 hispánica.

Una sociedad religiosa-civil, rige los destinos en

 forma vitalicia que podríamos denominar "Culto

 a San Juan Bautista". Tiene Presidente y Vice-

Presidente respectivamente, Secretaría y Vocales

. Actualmente cuenta con ciento dos miembros y aún no tiene local propio.


Para ser miembro de esta Sociedad se requiere

 según sus estatutos no escritos. Su Código de Etica,

 que los candidatos sean católicos, de buenas

 costumbres. Se les hace Jurar sobre 'a Biblia o un

 Cristo, el fiel cumplimiento de sus obligaciones

.
Sus ritos han perdido con los siglos el sabor de la

 tradición. Algunos de sus cantos se confunden con otros de castiza procedencia. . . El pajarillo, por



ejemplo. Pero de todos modos guardan respeto por

 conservar algo. Ese algo que llevan en la sangre,

 aunque el mestizaje les aleja la euforia del espíritu, al escuchar la voz ronca africana-del tambor.


El 23 de junio a las cinco de la mañana, comienzan a

 sonar los tambores. El grande. El Redondo y el culo

 e puya. De todos los rincones del poblado como 

abejas abandonan sus colmenas los "socios" del San

 Juan. A las puertas de la iglesia cantan el "AveMaría"

 y la sensual inspiración de la víspera de la Gran 

Fiesta, es saludada con alborozo entre el rítmico

 sonar del instrumento y el estruendo ensordecedor

 de los cohetes
.
El Cura Párroco con todos sus atuendos religiosos,

 entrega a las ocho en punto la venerada imagen y

 procede a la ceremonia de su bendición. Desde ahí

 la llevan al Calvario y el recorrido lo hacen entre

 cantos y alegres comparsas paseando por las

 principales calles del pueblo. Simbolizando "las 

mariposas de junio" un grupo infantil danza y canta

 delante de la procesión

.
Más tarde visitan las haciendas cercanas: Solorzano, El 

ManglarEl Rincón, Las Marías, Las Ibarras

 y Gañango. Es un peregrinar como recordando viejas

 rutas. El ayer convulsionado de la 

esclavitud y el grito del Airó. . . Airó. . . Airó. . . 

Malem-be, Malembe, Malembe no má. San Juan se

 viene. . . San Juan se va. Repicar de campanas en el

 viejo templo. Algarabía en el camino oloroso a


cosecha madura. El retorno del Santo a su encuentro

 con San Pedro y vibran más aún los tambores. El

 sudor de la tarde empapa las enaguas almidonadas

 de las robustas negras. Los pañuelos multicolores se

 confunden ya con la estampa del paisaje, mientras 

las cotizas se enredan con las piedras del camino

 levantando polvo


Siguen los tambores enviando su mensaje con más

 fuerza. Fiesta de nuestra tierra mezclada con el 

fetichismo africano. Estampa alegre de 

nuestro pueblo que olvida sus tristezas para llenarse

 el alma con sus cantos

.
Las mujeres y los hombres sudan y danzan. El

 aguardiente barato hace enrojecer las pupilas y se

 exprimen las gargantas con un canto largo parecido a la voz de un arroyuelo.


Tam. . . Tam. . . Tam... y el cuero del tambor

 redondo grita la alegría de la tarde:


"Es el golpe de la chiva Cuando la van a ordeñar. . .! 

¡é, jé, jé, jé, jó, jó, jó, jó,. ..! Le meten la tutumita y 

saca la pata pá tras. . .! jé, jé, jé, jé, jé, jó, jó, jó,

 jó,. . . Es el golpe de la chiva cuando la van a mata.

 . ..'
El milagro verde de la montaña se hace más intenso,

 cuando la noche se abraza con la tarde. Las mujeres

 contornean en arco su cintura sobre el sexo,

 mientras a San Juan lo bailan con fervor. Emoción

 sensual donde se confunden las razas. Gritería

 mestiza y negra que corre de las venas hacia afuera,

 por la lengua desatada al cantar

En el recorrido por el pueblo se visitan preferentes

 las casas de los socios. Ya el "Sangueo" dejó

 escuchar sus alegres tonadas. Ahora es el canto de

 la "Sirena", melodía que entonan las voces 

enronquecidas para saludar y pedir limosnas. Luego


 desgranan sus versos en desafío y cada uno se

 adereza con el criollismo sabor de la tradición

.
La plaza de Borburata se llena de gente. Son

 individuos procedentes de diferentes regiones del

 país. Llegaron para presenciar el

 espectáculo cumbre del "SAN JUAN". Bambolea la

 imagen y el cantar de la comparsa con el pajarillo deja su mensaje:


"Zapatea pajarilla. . . zapatea pajaró, zapatea para

 acá. . . zapatea pajarilla. Ay... zapatea para allá

 Zapatéalo. . . Zapatéalo. . .! Pajarilla. . . Zapatéalo. .

 .! Que no sé danzar. Pajarilla alegre". . 

.
Y buscando tonadas modernas, las mozas del

 conjunto improvisan:


"Ya se secó la ramita La ramita donde duerme el

 pavo real. . . ahora. .. Dormirá en el suelo. . . Como 

duerme el que está mal. Ay. . . Oleé... le. . . le. . . le.

 .. El canario que tenía, que tenía En la jaula se

 escapó. . . Ay ole, le, le, U, me he quedado sola Muy triste. . . me he quedado sola. . . sola y triste y



ahora. . . como me hago yo. . .Ole, le, Ole, le...I


 Tam, lam, lam, Tam,

...
Las manos endurecidas golpean el cuero. La

 percusión rompe la tranquilidad de la noche y las


 estrellas escondiéndose entre las nubes, buscan el

 gesto noble para la aprobación de la jornada

. Estamos llegando a la noche definitiva. Noche

 donde florecen las esperanzas frustradas. El minuto

 decisivo de la espera. Siglos han pasado en que lo


tambores han acompasado

 esta historiainterminable. Historia del negro cargado

 de cadenas. Negro bembón que huele a sudor

 descompuesto. Humillado. Prostituido por el déspota

 blanco. El Rincón, Las Ibarras, El Manglar,

 Las MaríasQuizandalGañango. El negro es el

 mismo. Explotado. Ya no tiene lágrimas, porque

 ellas se le secaron cuando su grito en la noche



de San Juan se confundió con la protesta

.
Tam, Tam, Tam, Tam,. . . Es la estampa del San Juan

 Que cree en la cristiandad. ..!



Tomado del Libro de Don Miguel Elias Dao
los tambores de San Juan.

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