La Celebración de la Noche Vieja, esperando un nuevo año, ha tenido mas arraigo en nuestras poblaciones, aquí en Venezuela y en especial Puerto Cabello nos preparamos para esta noche, para celebrarla de alguna manera y con curiosas actividades. Lo primero que hacíamos era limpiar muy bien la casa, lavarla, echando esa basura o agua de adentro hacia afuera para que salga todo lo malo, en casa un hora antes,en casa, se colocaban inciensos. Se prepara una excelente mesa donde no podía faltar el pernil, las hallacas, la ensalada de gallina, dulce de lechosa, la leche de burra o ponche de crema, un vino y las doce uvas para cada quién. 12 uvas que nos atragantábamos en los 12 segundos últimos del año pensando a la vez los deseos y riendo. Llegaba muchos familiares para recibir juntos el año nuevo. muchos recuerdos, lágrimas, deseos. Casí siempre recordábamos lo malo, quién se murió, algún incidente con alguién y más lágrimas. Dame otro palo seco gritaba alguno por allí, y otros ponen la radio, por que hay que estar pendiente de la hora, falta poco. El tradicional 5 pa las doce comienza a sonar en las radios y sabemos que pronto se nos va el año. y el disco de "yo no olvido el año viejo,porque me ha dejado cosas muy buenas". La adrenalina se apodera de nosotros, hay quienes pasean una maleta por alrrededor de la casa, para ver si salen de viajes en el nuevo año, otros con alguna prenda intima amarilla, otros abrazados a sus seres queridos. Alguna emisora colocaba las Uvas del tiempo de Andres Eloy Blanco, Los que estaban peleados o disgustados se piden perdón antes de las 12 y así, cada quién sabía lo que tenía que hacer. Se escucha un grito ya son las 12, FELIZ AÑO, y comenzamos a abrazarnos, a besarnos, y a seguir llorando. Salimos de casa para casa del vecino y así vamos por toda la cuadra, de repente nos paramos a ver los cohetes, porque normalmente hay hermosos cohetes que iluminan el cielo con la alegría del año nuevo, continua mucha música, se reparte la cena, que ya es como la una de la mañana del primero de enero. Y hay muchas tradiciones, cada quién celebra y se van agregando las que vienen de otros países. Lo cierto es que la Noche del 31 de Diciembre pal 1 de Enero, es una de las celebraciones más importantes de la época de navidad para nosotros.
Este blog esta dedicado a mostrar fotos de Puerto Cabello, hermosa ciudad del litoral Carabobeño, Venezuela...y algo de sus historias..
martes, 29 de diciembre de 2015
domingo, 27 de diciembre de 2015
Hacer Hallacas,Tradición
Los venezolanos, y por consiguiente los Porteños, tenemos la tradición de comer hallacas en época de Navidad, aún y cuando hay zonas que la hacen o la venden todo el año, es sólo en época de Navidad, cuando la familia se reúne para hacer sus hallacas, en familia y con todo un ritual festivo,
Se ponen de acuerdo y en una casa se reúnen todos, ya hay quién hizo un guiso con carne y aliños, hay hojas de plátanos que limpiar, agua hirviendo, alguien haciendo la masa, otros encargados del pabilo, la cerveza, la música, ya todos en torno a la mesa comienzan hacer las hallacas. Es una fiesta, en torno a la preparación y elaboración de la misma. Sale la primera, y es como que si hubiese nacido un hijo, la alegría total. Se conversa mucho, las botellas de licor van y vienen, la música de fondo navideña ambienta la sala, alguien se come las pasitas, otros toman una aceituna. Al otro le duele la mano de tanto aplastar la masa, se habla de economía, de problemas familiares, de personas que no estan, se ponen al día con las informaciones. Todos en torno a nuestro plato navideño La Hallaca. Y pronto se destapa la primera, locura total, todos quieren probar, y al hacerlo, comida de Dioses.
martes, 1 de diciembre de 2015
De hoy, entre luces y adornos...
Llegó Diciembre y es ya una tradición la iluminación del casco Histórico, su calle Lanceros, plaza Bolivar, Plaza Flores, Teatro Municipal, Calle de Bolívar, Malecón, etc...
Ítalo Pizzolante: Un romántico colmado de motivos
A 50 años, de MOTIVO....HOY 1° de Diciembre del 2015...
Poeta, compositor, ingeniero y profesor, la obra artística de Ítalo Pizzolante es extensa, se estima que a lo largo de su vida compuso unas mil piezas entre boleros, valses y temas instrumentales retratan el alma romántica de un país y de un continente
MARÍA DE LOURDES VÁSQUEZ | EL UNIVERSAL
martes 11 de junio de 2013 12:00 PM
Hay canciones que traspasan las fronteras geográficas y, sin proponérselo, se adentran en el alma de los pueblos aunque su origen sea lejano. Motivos, de Ítalo Pizzolante Balbi, es uno de esos temas inmortales que han dejado de pertenecer en exclusiva al cancionero venezolano para encarnar el espíritu romántico de la América de habla hispana. Y es que su fraseo preciso, pleno de imágenes que hablan de sensibilidad por la naturaleza, de los ideales imposibles que se hacen realidad a fuerza de creatividad, empeño y verdad lo han hecho inmortal.
No hay trío en México que se respete y no incluya en su repertorio Motivos. Cualquiera que se acerque una noche a la plaza Garibaldi, en Ciudad de México, podrá encontrar a un mariachi encantado de interpretar este bolero compuesto en 1965.
También es común que en cualquier bar de Italia, España, Portugal o Alemania se encuentre un pianista dispuesto a complacerlo con Motivos, en especial al conocer su origen latinoamericano, y más aún venezolano.
El romance del pueblo azteca por este tema le ha llevado a ser interpretado por grandes de la música como Vicente Fernández, Armando Manzanero y Luis Miguel. Este último incluyó el tema en su álbum México en la piel, dedicado a canciones propias de su país. Por supuesto, no faltó quien lo criticara por el desliz de incorporar el tema de un venezolano en dicha producción, a lo cual el cantante respondió que decidió hacerlo puesto que era la canción favorita de su madre, la actriz italiana Marcela Basteri.
Pero, además, Motivos está registrada en México, acción emprendida por Ítalo Pizzolante a instancias de ese gran compositor que fue Agustín Lara, a quien tenía el honor de contar entre sus amigos.
Poeta, compositor, músico, profesor, ingeniero, político, hijo, hermano, esposo, padre, abuelo, amigo, venezolano, son múltiples las facetas que iluminan la actividad creativa de Ítalo Pizzolante, hijo de inmigrantes italianos radicados en Puerto Cabello, estado Carabobo, luego de la Primera Guerra Mundial.
Es precisamente esta ciudad costera, cuya relación con el mar la mantiene en contacto a la distancia con aquel puerto de Nápoles del cual partió su padre rumbo América, una de sus principales fuentes de inspiración. Mi Puerto Cabello es su primer gran éxito musical, el cual compone cuando todavía era estudiante de ingeniería civil en La Universidad del Zulia. Según cuenta su hijo, Ítalo Pizzolante Negrón, esta canción fue compuesta para un concurso en el que los autores debían escribir un tema dedicado a sus respectivos pueblos.
"Mi padre ganó ese concurso con Mi Puerto Cabello, fue una sensación, al punto que le hicieron un programa en Ondas del Lago. Lo interesante es que es una canción compuesta desde la lejanía, lo que se evidencia en la frase "dile a tu brisa que traigan hasta mí sus canciones de mar". Fue famosísima en Caribe y catapultó la carrera musical del destacado bolerista Felipe Pirela en la década de los 60.
Fue a través de su amigo Manuel Enrique Caraballo Gramcko que Billo Frómeta conoció la canción y según reza la anécdota, nada más escucharla expresó: "O me la das o te la arranco, porque esa canción está hecha para Felipe Pirela". En 1998 Mi Puerto Cabello fue declarada Himno Oficial de esa ciudad.
Esta ciudad y su puerto sirvieron de inspiración para otras pieza musicales que están en lo más íntimo de la memoria nacional, es el caso de piezas como A tu playa y Mi regalo.
La obra musical de Ítalo Pizzolante es extensa; se estima que su producción supera las mil piezas, e incluye boleros, valses y composiciones instrumentales. Destacan Como tú, Mi regalo, No me sigas mirando, Eternidad, Te lo voy a decir cantando, Pregunta, Tú eres bonita, Tu poema, No sé qué va a pasar entre los dos, Olvídate que me olvidas, Así maravillosa, Poco a poco, Cuando quieras volver, Quédate siempre, Serenata venezolana, A tu playa, Debe ser amor, Volví a soñar contigo, Mi vida eres tú, así como los valsesProvincianita, Isabel, Un cierto día de mayo, Rosas blancas, Cumboto y Mi catira, entre otros.
La Rondalla Venezolana, Chucho Avellanet, Rosa Virginia y María Teresa Chacín, las agrupaciones españolas Mocedades y La Pequeña Compañía, también se cuentan entre quienes han interpretado la obra musical de Ítalo Pizzolante.
Quienes tuvieron el honor de conocer a este venezolano (1928-2011) coinciden en destacar gran capacidad creativa que le hacía ver poesía en las cosas más sencillas.
Su trayectoria profesional como cantante, ingeniero y ciudadano ejemplar le hicieron merecedor de innumerables reconocimientos regionales, nacionales e internacionales.
MARÍA DE LOURDES VÁSQUEZ | EL UNIVERSAL
martes 11 de junio de 2013 12:00 PM
No hay trío en México que se respete y no incluya en su repertorio Motivos. Cualquiera que se acerque una noche a la plaza Garibaldi, en Ciudad de México, podrá encontrar a un mariachi encantado de interpretar este bolero compuesto en 1965.
También es común que en cualquier bar de Italia, España, Portugal o Alemania se encuentre un pianista dispuesto a complacerlo con Motivos, en especial al conocer su origen latinoamericano, y más aún venezolano.
El romance del pueblo azteca por este tema le ha llevado a ser interpretado por grandes de la música como Vicente Fernández, Armando Manzanero y Luis Miguel. Este último incluyó el tema en su álbum México en la piel, dedicado a canciones propias de su país. Por supuesto, no faltó quien lo criticara por el desliz de incorporar el tema de un venezolano en dicha producción, a lo cual el cantante respondió que decidió hacerlo puesto que era la canción favorita de su madre, la actriz italiana Marcela Basteri.
Pero, además, Motivos está registrada en México, acción emprendida por Ítalo Pizzolante a instancias de ese gran compositor que fue Agustín Lara, a quien tenía el honor de contar entre sus amigos.
Poeta, compositor, músico, profesor, ingeniero, político, hijo, hermano, esposo, padre, abuelo, amigo, venezolano, son múltiples las facetas que iluminan la actividad creativa de Ítalo Pizzolante, hijo de inmigrantes italianos radicados en Puerto Cabello, estado Carabobo, luego de la Primera Guerra Mundial.
Es precisamente esta ciudad costera, cuya relación con el mar la mantiene en contacto a la distancia con aquel puerto de Nápoles del cual partió su padre rumbo América, una de sus principales fuentes de inspiración. Mi Puerto Cabello es su primer gran éxito musical, el cual compone cuando todavía era estudiante de ingeniería civil en La Universidad del Zulia. Según cuenta su hijo, Ítalo Pizzolante Negrón, esta canción fue compuesta para un concurso en el que los autores debían escribir un tema dedicado a sus respectivos pueblos.
"Mi padre ganó ese concurso con Mi Puerto Cabello, fue una sensación, al punto que le hicieron un programa en Ondas del Lago. Lo interesante es que es una canción compuesta desde la lejanía, lo que se evidencia en la frase "dile a tu brisa que traigan hasta mí sus canciones de mar". Fue famosísima en Caribe y catapultó la carrera musical del destacado bolerista Felipe Pirela en la década de los 60.
Fue a través de su amigo Manuel Enrique Caraballo Gramcko que Billo Frómeta conoció la canción y según reza la anécdota, nada más escucharla expresó: "O me la das o te la arranco, porque esa canción está hecha para Felipe Pirela". En 1998 Mi Puerto Cabello fue declarada Himno Oficial de esa ciudad.
Esta ciudad y su puerto sirvieron de inspiración para otras pieza musicales que están en lo más íntimo de la memoria nacional, es el caso de piezas como A tu playa y Mi regalo.
La obra musical de Ítalo Pizzolante es extensa; se estima que su producción supera las mil piezas, e incluye boleros, valses y composiciones instrumentales. Destacan Como tú, Mi regalo, No me sigas mirando, Eternidad, Te lo voy a decir cantando, Pregunta, Tú eres bonita, Tu poema, No sé qué va a pasar entre los dos, Olvídate que me olvidas, Así maravillosa, Poco a poco, Cuando quieras volver, Quédate siempre, Serenata venezolana, A tu playa, Debe ser amor, Volví a soñar contigo, Mi vida eres tú, así como los valsesProvincianita, Isabel, Un cierto día de mayo, Rosas blancas, Cumboto y Mi catira, entre otros.
La Rondalla Venezolana, Chucho Avellanet, Rosa Virginia y María Teresa Chacín, las agrupaciones españolas Mocedades y La Pequeña Compañía, también se cuentan entre quienes han interpretado la obra musical de Ítalo Pizzolante.
Quienes tuvieron el honor de conocer a este venezolano (1928-2011) coinciden en destacar gran capacidad creativa que le hacía ver poesía en las cosas más sencillas.
Su trayectoria profesional como cantante, ingeniero y ciudadano ejemplar le hicieron merecedor de innumerables reconocimientos regionales, nacionales e internacionales.
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